La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que elementos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, detectaron una aeronave procedente de Sudamérica que pretendía ingresar a territorio nacional de manera ilícita.
Por medio de un comunicado, explicó que los hechos ocurrieron al aplicar los procedimientos de vigilancia y protección del espacio aéreo, “que permitieron detectar que una aeronave se dirigía al espacio aéreo nacional en forma ilícita, por lo que se activaron las unidades de intercepción aérea, plataformas de vigilancia y las fuerzas de reacción terrestres y aerotransportadas en la frontera sur, mismas que fueron desplegadas para cubrir las probables áreas de aterrizaje y evitar que se diera a la fuga”, dice el texto.
La aeronave aterrizó en Ciudad del Carmen, Campeche, sitio en el que se encontraban elementos del ejército y lograron el aseguramiento de droga, armas y la avioneta tipo Cessna.
“Como resultado del seguimiento efectuado, se pudo determinar que la aeronave aterrizaría en el municipio de Ciudad del Carmen, Campeche, por lo que tropas jurisdiccionadas a la 33/a. Zona Militar, que ya se encontraban en el área, lograron asegurar la aeronave con los resultados siguientes: una aeronave tipo Cessna con matrícula aparentemente falsa; 380 paquetes que contenían una sustancia con características propias de la cocaína con un peso aproximado de 350 kilogramos; cuatro armas largas y cartuchos útiles pendientes de contabilizar”.
Lo asegurado fue puesto a disposición de las autoridades correspondientes, quienes serán los responsables de determinar mediante dictámenes periciales el compuesto químico y el peso oficial de la sustancia asegurada.
Durante la actual administración el Sistema Integral de Vigilancia Aérea de la Sedena, ha logrado asegurar, entre otras cosas, lo siguiente: 81 Aeronaves ilícitas y más de 11 toneladas de cocaína.
De acuerdo con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, son cuatro cárteles los que tienen operaciones en la Península de Yucatán: Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Pacífico, el Cártel del Golfo y Los Zetas.
En Campeche la UIF identifica a tres: Los Zetas con operaciones en Calakmul, Escárcega, Holpechén y Candelaria.
El Cártel del Pacífico opera en los municipios Calkiní, Tenabo, Campeche, Champotón, Palizada y Hecelchakán. Ciudad del Carmen está en disputa entre dicha organización criminal y el Cártel del Noreste.
Las cicatrices de 15 años de violencia en México se resumen en un número: diecinueve, el total de cárteles de la droga que operan en el país.
Santiago Nieto afirmó que diecinueve cárteles de la droga que operan en el país, de éstos, al menos ocho han aumentado significativamente su operación a nivel local: Los Viagras, en Michoacán; Guerreros Unidos y Los Rojos, en Guerrero; Cártel de Santa Rosa de Lima, en Guanajuato; la Unión Tepito y el Cártel de Tláhuac en la capital mexicana, y naturalmente, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Sinaloa.
Por la cantidad de territorios que controlan y por sus vínculos con las autoridades, es evidente que pasará mucho tiempo antes de que podamos cantar el fin de las hostilidades de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Las organizaciones criminales han acumulado demasiados efectivos, recursos y consolidado muchos territorios que están bajo su control. Cuentan con fuentes de financiamiento, esquemas de reclutamiento y alianzas que les permiten mantenerse activos.
Ciertamente el Cártel Jalisco Nueva Generación es el grupo criminal que muestra mayor movilidad. Se comporta como un ejército de invasión. Siempre está en la búsqueda de nuevos territorios. Pero el Cártel de Sinaloa desata furiosos y certeros contragolpes que detienen las embestidas de Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”.
Cártel del Golfo, un futuro incierto
En 1984, en los desiertos del norte de México, se ocultaba una organización criminal formada por adoradores de la Santa Muerte. Juan García Abrego tenía el poder sobre la vida y la muerte de aquel infierno.
Entre 1984 y 1996, este hombre de mirada filosa fue el líder del Cártel del Golfo, y como su dueño gozó de lo que ciertas autoridades mexicanas denominan eufemísticamente “autogobierno”. Un fenómeno en el que el Estado mira hacia otro lado a cambio de evitar enfrentamientos.
En la entidad de Tamaulipas, en la convulsa frontera con Estados Unidos, el dominio del Cártel del Golfo pasó cualquier límite. Tenían un sello inconfundible. Cortaban cabezas, las arrojaban en lugares públicos, grababan sus torturas y mutilaciones. Hacían desaparecer los cuerpos en ácido y como una plaga, estos se extendieron por el noreste, siempre atento a la frontera con la Unión Americana, el mayor mercado de droga en el mundo.
Pero el infierno ya no es el mismo de antes. Los continuos golpes federales, las sucesivas caídas de los líderes han debilitado al cártel. El punto de quiebra fue la pandemia por coronavirus.
El Cártel de Golfo ha estado lidiando con una serie de guerras territoriales internas, que han dividido a la organización criminal en facciones rivales. Éstas batallas han dañado los recursos financieros de las células de la organización criminal que, junto con las pérdidas económicas causadas por el nuevo coronavirus, han causado un problema de flujo de efectivo.
La pérdida de esos ingresos han llevado a la facción de Reynosa a dedicarse a atracos y robos, mientras que por su parte, el grupo de Matamoros parece estar más centrado en la extorsión y el secuestro de rescate.
Antes, el Cártel del Golfo había sido debilitado por la ruptura de su brazo armado, Los Zetas, en 2010, un grupo criminal fundado por militares desertores que poco después creó su propia organización. Desde entonces, el sanguinario enfrentamiento entre los dos grupos por el control del territorio ha sido constante.
Los Zetas, acorralados y debilitados
Hace 20 años, los Zetas comenzaron siendo la guardia pretoriana de Osiel Cárdenas —el entonces líder del Cártel del Golfo— pero poco a poco fueron ganando poder hasta que se independizaron (2010) y crearon su propia organización criminal. Se les atribuye las matanzas de inmigrantes centroamericanos —193 y 72 muertos en dos diferentes sucesos— tráfico de drogas, secuestro y extorsión.
Su sede se encuentra en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde controlan las operaciones de narcotráfico, que se llevan a cabo a través del corredor que va a Estados Unidos.
En 2017, la Agencia Antidrogas estadounidense advirtió que Los Zetas habían disminuido significativamente su poderío debido, principalmente, a sus luchas internas. Actualmente se encuentra divido en dos facciones: el Cártel del Noreste y Los Zetas Vieja Escuela.
Juan Gerardo Treviño Chávez, el “Huevo”, ha sido identificado como el principal líder del grupo criminal.
CJNG y Cártel de Sinaloa: la batalla por el control de las drogas
La primera fase del plan de invasión de México por parte del CJNG consistió en la llamada “ley de plata y plomo”. La avanzada del Mencho tenía la misión de tomar todos los territorios posibles para fijar en ellas un perímetro de seguridad que permitiera el arribo de contingentes. Una vez obtenido el control total de las zonas, con un número de elementos suficiente y un poder de fuego adecuados, comenzarían los avances ofensivos y la expansión del cártel hacia varios estados.
En el caso de Michoacán, Colima, Jalisco, Guanajuato y Guerrero el reto consistía en cooptar o aniquilar a las mafias locales. En el caso del norte del país, la misión era desplazar a los grandes cárteles que dominaban los cruces fronterizos con Estados Unidos, y la guerra en el sur implicaba, esencialmente, aplicar tácticas de combate urbano.
Varios de los que participaron en el desembarco del CJNG en el país, a la postre serían autoridades estatales y municipales, autodefensas, políticos y los propios pobladores.
Hoy, la organización criminal de Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho” ha extendido sus tentáculos a prácticamente todo el territorio mexicano, excepto Sinaloa.
A pesar de tener una superioridad manifiesta, el CJNG no ha podido romper la alianza del Cártel de Sinaloa con las autoridades de esa entidad. Ese ha sido un factor decisivo que ha impedido que puedan exterminar a sus acérrimos rivales.
Sinaloa es grande territorialmente. Desde la inexpugnable sierra, el cártel de Ismael, el “Mayo” Zambada se atrinchera para librar una guerra de guerrillas en contra de las demás organizaciones criminales. Su frontera con Sonora es muy extensa e importante. Grupos del narco pueden cruzar hacia los límites en un sinfín de caminos, puentes y brechas. Pueden entrar, golpear, retirarse a voluntad y refugiarse en tierras desiertas.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: