Lavado de dinero y pérdida de autonomía del Banco Central: por qué causó controversia la reforma a la Ley de Banxico

Este miércoles 9 de diciembre el Senado de la República aprobó el proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 20 y 34, y se adicionan los artículos 20 Bis y 20 Ter a la Ley del Banco de México, el cual modifica la captación de moneda extranjera en efectivo.

Con 70 votos a favor, 23 en contra y una abstención la iniciativa del senador Ricardo Monreal fue aprobada en lo particular, por lo cual el dictamen fue turnado a la Cámara de Diputados para su ratificación.

La intención de esta ley, de acuerdo con su promotor morenista es incrementar las reservas de dólares y remesas del extranjero en México, pues de acuerdo con los protocolos institucionalizados hasta el momento, los excedentes de divisas en efectivo dentro de los bancos se regresan a sus países de origen a través de los contratos de corresponsalía que mantienen con entidades del exterior. Con esta reforma, pasarían a reservas del banco central.

A pesar de guardar este fin, la iniciativa ha sido criticada en dos vías. La primera de ellas señala que se interpreta como una vulneración a la autonomía del Banco de México (Banxico) y la segunda explica que se incrementa el riesgo de que se lave dinero a través de este mecanismo.

La economista Valeria Moy, publicó en Twitter un hilo en el que explica brevemente las alteraciones y los riesgos que sufrirá Banxico, quien, en la conformación de sus reservas, compra o vende las divisas que considere pertinente para mantener su balance y cuidar el poder adquisitivo del peso mexicano, pues las reservas internacionales forman parte del activo del balance del banco central, mientras que el dinero en efectivo forma parte del pasivo de éste.

Con la ley aprobada por el Senado se obliga al Banco de México a integrar el excedente mencionado a las reservas de Banxico. Esto podría alterar el balance del banco respecto a sus objetivos y, al mismo tiempo, traslada el riesgo de incorporar divisas de procedencia ilícita de los bancos comerciales al banco central.

Otra persona que se manifestó en contra fue Simón Levy, quien publicó que esta reforma es como el COVID financiero.

De tal razón que el Banco de México emitió un comunicado en el que reafirmó su postura al ver vulnerada su autonomía y el riesgo en sus operaciones, pues en caso de recibir remesas de procedencia ilícita, estos podrían ser congelados o la institución podría ser sancionada.

“El Banco de México reitera la vulneración que las normas previstas en el proyecto de decreto ocasionarían a la autonomía que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos le confiere a este Instituto Central para el ejercicio de sus funciones. Ello debido a la determinación en ley de operaciones activas que el Banco Central quedaría obligado a realizar. En particular, el proyecto de decreto obligaría al Banco Central a realizar operaciones activas de alto riesgo que pueden comprometer la disponibilidad de los activos internacionales en reserva y el cumplimiento del mandato constitucional de preservar el valor adquisitivo de la moneda nacional”, se puede leer en el boletín de la institución descentralizada.

Por su cuenta, Monreal Ávila insiste en que se trata de una iniciativa con perspectiva “progresista” y de “carácter social”. “Lo único que pretende es repatriar los dólares, que son una moneda de origen, a Estados Unidos. Y, que el Banco de México pueda, potestativamente, incorporar los dólares como reserva nacional o internacional de México”.

Cabe destacar que esta ley se tiene que discutir aún en la Cámara de Diputados en el Palacio de San Lázaro; sin embargo, la mayoría morenista podría pasarla sin alterarla de fondo.

Respaldando al doctor en derecho constitucional salió Ricardo Salinas Pliego, dueño de Banco Azteca y segundo hombre más acaudalado de México, quien refirió que es una “buena reforma” que no vulnera la autonomía del Banco de México. “No permitan que los mal informen”.

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