Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, señaló que el etiquetado frontal a alimentos y bebidas azucaradas, establecidos en la Ley General de Salud, no está sujeto a negociaciones.
Durante la conferencia de prensa vespertina para informar sobre el avance del coronavirus en México, el funcionario aclaró que hasta ahora no se han modificado las disposiciones legales vigentes.
Ante la pregunta de un reportero sobre una supuesto acuerdo entre el gobierno federal y algunas empresas en torno al nuevo etiquetado frontal, el subsecretario respondió:
No está sujeta a ninguna negociación, aquí no hay negociaciones, yo no tengo conocimiento ni hay instrucción alguna de que haya que cambiar nuestro proceder. Se supo públicamente que el presidente tuvo una reunión con los más altos funcionarios de esta compañía refresquera a nivel mundial, pero eso no modifica las disposiciones reglamentarias, legales y normativas de México
Desde el Palacio Nacional, López-Gatell explicó que la norma contempla un plazo de adaptación hasta el 1 de noviembre, por lo que las compañías que producen este tipo de alimentos todavía cuentan con algunos días para mostrar el etiquetado.
El pasado primero de octubre entró en vigor el nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas.
Derivado del proceso legislativo del 29 de octubre de 2019, se aprobaron las reformas a la Ley General de Salud, para establecer el etiquetado frontal en donde se advirtiera de manera clara, veraz, rápida y simple sobre el contenido que exceda los niveles máximos de nutrimentos críticos e ingredientes.
Así pues, los empaques de productos que cumplan con estas características deberán mostrar un sello negro de forma octagonal que advierta si el contenido incumple con los niveles saludables de azúcares, calorías, grasas saturadas, grasas trans y sodio.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Cosumidor (Profeco), el nuevo etiquetado también tendrá dos leyendas precautorias, la primera para productos con edulcorantes, ingredientes que se adicionan para dar dulzor, por ejemplo: acesulfame, aspartame, sucralosa y stevia; y la segunda para aquellos con cafeína.
“Entre más número de sellos se deberá considerar como alerta de consumo o del alimento o bebida no alcohólica ya que el producto puede ser poco saludable”, explica la dependencia en la Revista del Consumidor de octubre 2020.
La contingencia sanitaria por COVID-19 ha evidenciado el riesgo que implica padecer enfermedades como obesidad, sobrepeso, diabetes, hipertensión, entre otras.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, en México, el porcentaje de adultos de 20 años y más con sobrepeso y obesidad es de 75.2% (39.1% y 36.1%, respectivamente), cifra que en 2012 fue de 71.3 por ciento.
“Una de las lecciones que nos deja la epidemia de COVID-19 es cómo las enfermedades crónicas, asociadas con la mala alimentación fueron el elemento principal por el que las personas que se infectaron de COVID tuvieron mayor posibilidad de morir. Estas enfermedades crónicas son la obesidad, el sobrepeso, la diabetes, la hipertensión, entre otras. Hemos dicho una y otra vez que la alimentación no depende solo de lo que queramos comer, de lo que está disponible.”
“Es muy claro que en México desde hace casi 40 años, la alimentación que está disponible es una alimentación no saludable, aquí predominan los productos industriales procesados, ultraprocesados, conocidos como comida chatarra.”, dijo López-Gatell en un video publicado el 17 de agosto.
Al corte del 8 de octubre, la SSa informó que se han registrado 804,488 casos positivos y 83,096 muertes por coronavirus a nivel nacional. Adicionalmente, se reportaron 948,928 negativos y 583,603 personas recuperadas del padecimiento.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: