Ni cerdo ni pavo: Profeco auditó 44 marcas de jamón y estos fueron los resultados

La Procuraduria Federal del Consumidor descubrió numerosas inconsistencias en varias marcas y presentaciones de este alimento

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Ni cerdo ni pavo: Profeco auditó 44 marcas de jamón y estos fueron los resultados (Foto: Archivo)
Ni cerdo ni pavo: Profeco auditó 44 marcas de jamón y estos fueron los resultados (Foto: Archivo)

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio a 44 marcas de jamón que se venden en México, donde encontró inconsistencias en 11 marcas entre lo que dicen que es su producto respecto a lo que el consumidor se lleva a la boca.

“Algunas marcas de jamón que se comercializan en el mercado mexicano incumplen el porcentaje de carne que anuncian, unas contienen menos producto y otras omiten información o se están fuera de las normas”, comunicó la procuraduría a cargo de Ricardo Sheffield Padilla.

El estudio fue realizado del 24 de marzo al 10 de junio y marcas reconocidas en la industria alimentaria incumplieron con la cantidad del producto que aseguran tener en sus empaques, el porcentaje mínimo de cerdo que debe tener, contienen elementos omitidos en su etiquetado, entre otras.

La Profeco auditó 44 marcas de jamón y encontró irregularidades en 11 de ellas (Foto: Twitter / @Profeco)
La Profeco auditó 44 marcas de jamón y encontró irregularidades en 11 de ellas (Foto: Twitter / @Profeco)

De las principales conclusiones del estudio, la Profeco resaltó estas cinco:

1.- Las marcas Bafar, jamón de pavo 400g, y Duby, jamón cocido de pavo 500g, tienen 4.7% y 4.6% menos producto, respectivamente, por lo que ambas marcas no cumplen con el contenido que anuncian.

2.- Galy, jamón cocido de cerdo y pavo a granel, a su vez, incumple el porcentaje mínimo de cerdo que debe tener, ya que contiene 51.5% y debe tener mínimo de 55%; mientras que la marca Parma, jamón de pierna york 200g, no indica en etiqueta la clasificación comercial.

3.- Sparta Cocido, jamón de pavo y cerdo de 1 kg, no debería usar la denominación jamón puesto que contiene pollo que, además, no declara en ingredientes. Al requerirlo, el fabricante mostró cambio en la formulación y nueva etiqueta del producto.

4.- Duby 500g se denomina “jamón cocido de pavo” pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde a muslo de pavo, como lo exige la Norma Oficial Mexicana-158-SCFI-2003 Jamón-Denominación y clasificación comercial, especificaciones fisicoquímicas, microbiológicas, organolépticas, información comercial y métodos de prueba.

5.- Lala Plenía, jamón virginia de pavo 250g, no indica en etiqueta el porcentaje de proteína de soya adicionada (El fabricante mostró el cambio de etiqueta para corregir la omisión del porcentaje de soya).

Sin embargo, la dependencia federal explicó en los rubros “están fuera de la norma” y “recomendaciones para los consumidores”, otro tipo de observaciones que deben de saber los comensales respecto a los productos que comen.

Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Profeco (FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO)
Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Profeco (FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO)

Están fuera de la norma

1- Parma Campestre, Jamón de pierna 250g se ostenta como “fino”, pero contiene fécula que, de acuerdo a esa clasificación, no debe tener (El fabricante mostró el cambio de etiqueta para que corresponda a la categoría “preferente”).

2.- Cuadritos, jamón virginia de pavo/ A granel no cumple el porcentaje de proteína libre de grasa, de acuerdo a la clasificación “preferente” que ostenta.

3.- Parma Sabori, jamón virginia de pavo 250g no cumple con el 25% de reducción de sodio para ostentarse como “Reducido en sodio”.

4.- San Rafael, jamón real pierna 300g contiene almidón que no declara en sus ingredientes.

La Profecó también emitió una serie de recomendaciones para los consumidores (Shutterstock)
La Profecó también emitió una serie de recomendaciones para los consumidores (Shutterstock)

Recomendaciones para los consumidores

1.- Puede haber algunos ingredientes que se consideren alérgenos para algunas personas como gluten, leche o soya.

2.- En el mercado hay otros embutidos cuyas características a simple vista pueden ser similares a un jamón, pero que no se denominan como tal.

3.- La información en la etiqueta permite no exceder niveles y de esa manera, se cuida la salud.

4.- Mantenga el producto siempre en refrigeración.

5.- Antes de adquirir un producto, compárelo con otros, ya que 100 gramos de jamón fino, por ejemplo, puede costar incluso lo mismo que la igual cantidad de jamón extrafino, de acuerdo con la marca.

6.- Tener en cuenta que, según el grado de calidad, se emplean también otros ingredientes, además de las materias primas cárnicas que sean más baratas.

7.- Algunas marcas incorporan ingredientes no cárnicos cuyo objetivo es sustituir una parte de la carne con un aporte proteico y funcional (soya), mientras que hay otros ingredientes como los almidones o las féculas de papa, maíz o chícharo; así como la carragenina, que se utiliza para aumentar la capacidad de retención de agua.

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