El Senado mexicano, y sus trabajadores, se preparan para el retorno paulatino de actividades presenciales en el recinto, programado para el próximo lunes 15 de junio, en medio de uno de los puntos más altos de la epidemia de COVID-19 en la Ciudad de México.
La presidenta de la Cámara Alta, Mónica Fernández Balboa, dio a conocer las acciones de prevención que se implementarán en las instalaciones, ubicadas en el centro de la capital mexicana: desde medidas de prevención, como el uso de cubrebocas, hasta la instalación de equipo para detectar personas que potencialmente podrían ser portadores del nuevo coronavirus.
“Se dotará a todo el personal de cubrebocas y caretas, se colocarán filtros de ingreso, en donde se aplicará gel antibacterial y se tomará la temperatura en los accesos de todos los edificios del Senado”, indicaron, en una medida que ya se tomaba en las primeras semanas de la epidemia en el país, cuando todavía se realizaban sesiones plenarias.
Además, se instalarán tapetes con producto desinfectante en todos los accesos a las instalaciones, así como en las áreas de elevadores y en los pisos de estacionamiento, y la intensificación de los trabajos de limpieza y sanitización de los espacios laborales, los cuales se adecuarán a los protocolos de sana distancia.
La limpieza, anunciaron, será “exhaustiva y frecuente” en el Salón de Sesiones y las salas de comisiones, oficinas, baños y lugares comunes, como pasillos y elevadores, así como en las áreas de servicio de alimentos, y se limitará el uso de aire acondicionado.
Cuando se lleven a cabo sesiones de la Comisión Permanente, el órgano a cargo del Congreso durante el receso legislativo entre mayo y agosto, así como los posibles eventos plenarios durante un Periodo Extraordinario y reuniones de Comisiones, no podrá concurrir un número mayor de 50 personas.
Fernández, de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y con mayoría en ambas Cámaras del Congreso, indicó que el personal que sea detectado con fiebre pasará al servicio médico para su revisión, de acuerdo con el protocolo establecido.
Por último, detallló que se montaron “racks de lámpara UV al 100%, dentro de los ductos del salón de sesiones, para eliminar gérmenes y sanitizar el flujo de aire de inyección, además se instalaron filtros de ingreso que incluyen la toma de temperatura a la entrada de las instalaciones, así como la entrega de gel antibacterial en todas las áreas”.
Sin embargo, a pesar de todas las medidas anunciadas, los trabajadores del Senado tendrán que volver a sus labores, excepto el personal de riesgo, como adultos mayores de 60 años y mujeres embarazadas, entre otros, durante uno de los picos más altos de la epidemia en la capital mexicana.
Y es que el semáforo de esta semana indicó rojo, es decir, de alerta máxima, en la urbe capitalina, y no se espera que cambie para la semana siguiente, cuando los trabajadores deberán reincorporarse a sus labores. Hasta este jueves, la Ciudad de México cuenta con la mayor cantidad de casos activos de COVID-19 en toda la República, con 4,026.
La capital también encabeza los registros de muertes, de casos confirmados totales y una de las más altas en ocupación de camas de hospitalización general.
En el anuncio de finales de mayo, Mónica Fernández había anunciado que, a partir del lunes 15 de junio, se reanudarán actividades “en los horarios laborales que corresponde a cada área, con personal mínimo, y solamente se permitirá el acceso al recinto legisladores y al personal que acredite prestar sus servicios bajo cualquier modalidad de contratación, incluyendo a trabajadores de Fonatur”.
Queda prohibido el acceso de personas distintas a las señaladas, con excepción de aquellas que presten un servicio público o privado, debido a un contrato previo celebrado con la Cámara de Senadores
Todos los eventos en el Senado, así como la participación de senadoras y senadores en foros parlamentarios internacionales, y reuniones interparlamentarias que tengan lugar en Europa, Asia y Norteamérica, se mantendrán suspendidos de manera indefinida.
Sin embargo, este jueves, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara Alta, el morenista Ricardo Monreal, señaló en sus redes sociales que “si las condiciones sanitarias son aún de alto riesgo para retomar las actividades en el Senado”, no se pondrá en peligro al personal ni a legisladoras y legisladores.
“Volveremos a la normalidad cuando las autoridades correspondientes señalen que es el momento adecuado”, completó. Fuentes del Senado informaron a Infobae México que el comentario no hacía referencia explícita al regreso a actividades de este 15 de junio, pero las pláticas para evitar el regreso de actividades presenciales al menos hasta que el semáforo cambie de color siguen activas hasta este jueves por la noche (tiempo local).
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