Enfermedades crónicas agudizan la epidemia de COVID-19 en CDMX: más de 29,000 casos presentan comorbilidad

Padecimientos como la obesidad, diabetes e hipertensión producen que la población sea más vulnerable al virus y que su tratamiento sea más complicado

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(Foto: Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro)
(Foto: Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro)

En la Ciudad de México, uno de los sectores de la población que se ha visto afectada de manera importante por el nuevo coronavirus ha sido aquel que padece males crónicos como diabetes, obesidad, hipertensión o tabaquismo, entre otras, ya que de los 33,173 casos positivos hasta el 10 de junio, el gobierno capitalino registró que poco más de 29,000 padecen alguna comorbilidad.

“Tenemos una población muy vulnerable frente a esta enfermedad. ¿Por qué? Porque el nivel de personas con diabetes, con hipertensión y con obesidad en la Ciudad y en el país es muy alto, y fue creciendo de manera importante en los últimos 30 años en México y la capital no es la excepción", comentó la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

Según datos del portal de datos abiertos de la Ciudad de México, en relación a la COVID-19, hasta el corte del 10 de junio, del total de casos confirmados por esta enfermedad, 8,089 estaban relacionados con obesidad; 7,282, con hipertensión; y otros 6,118, con diabetes.

Además, el tabaquismo también fue otro problema que se mostró en las gráficas, pues este lo padecen 4,243 personas; otras 994 tienen asma; 986 alguna enfermedad cardiovascular; 675 un mal pulmonar obstructivo crónico; y 682 individuos inmunosupresión.

La jefa de gobierno, Claudia
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, puntualizó que uno de los elementos más relevantes del sistema de salud tras la epidemia será la prevención. (Foto: Jorge Núñez/EFE)

Cabe destacar que al momento de realizarse una prueba diagnóstico de coronavirus, una persona puede presentar dos o incluso más comorbilidades, lo cual complica de manera relevante su tratamiento. Por otra parte, de acuerdo con los datos del gobierno, también 151 mujeres embarazadas contrajeron la enfermedad.

Ante este panorama, la mandataria destacó que la atención preventiva es uno de los aspectos más importantes que se deberá tomar en cuenta como parte del sistema de salud en el futuro y no solamente durante la emergencia sanitaria a causa de la pandemia de COVID-19. En este sentido, el fortalecimiento de este sector, comentó, ha sido fundamental.

Cabe recordar que la Ciudad de México es una de las entidades considerada como foco rojo de la pandemia de coronavirus en el país. El nivel de la tragedia es tal que incluso la alcaldía Iztapalapa tiene más casos positivos acumulados que 118 países en el mundo.

En la demarcación se han registrado, según los últimos datos del gobierno capitalino, 6,048 contagios, cifra que la posiciona por encima de países como Tajikistan (4,834), Senegal (4,759), Luxemburgo (4,052), Hungría (4,039), Haití (3,796), El Salvador (3,373), Venezuela (2,738), Cuba (2,219), Nueva Zelanda (1,504), Nicaragua (1,464) y Costa Rica (1,461), entre otros.

Las modificaciones de la conducta
Las modificaciones de la conducta social han producido que la pandemia se alargue. (Foto: Carlos Jasso/Reuters)

Asimismo, de acuerdo con información del Centro de Información Geográfica sobre COVID-19 en México de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a nivel municipal, Iztapalapa acumula el mayor número de defunciones en el país, con 742. Después se encuentra Tijuana, Baja California, con 733.

Aunque las autoridades sanitarias proyectaron el pico de la curva epidémica sucedería hace algunos días, el relajamiento del confinamiento en la Zona Metropolitana del Valle de México ha ocasionado que se haya pasado a tener “una meseta” por 22 días, en donde la curva no ha logrado descender.

“Por distintas modificaciones de la conducta social y los contagios se ha prolongado la epidemia. Ya se desdibujó el pico porque en lugar de pico se volvió meseta y llevamos 22 días así”, explicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.

En este sentido, dejó en claro que se trata de una meseta aplicable al Valle de México, pues “en el país no hay una sola epidemia. Hay diferentes curvas y también puede haber curvas con más de un pico. En Tabasco teníamos una curva que empezó a bajar, pero después hubo modificaciones de la conducta, hubo contagios y apareció otra curva. Eso ilustra a lo que nos hemos referido como el riesgo de rebrotes”.

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