“Tendremos un regreso distinto y hemos de prepararnos para ello”, fue una de las frases que el rector de la Universidad Autónoma de México, Enrique Graue, ofreció a la comunidad de estudiantil, en medio de la incertidumbre y la crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus.
Ante un eventual regreso a clases, que de acuerdo con la Secrtaría de Educación Pública (SEP) será alrededor del 7 de septiembre para los alumnos de la Educación Superior (universitarios), el rector aseguró que se reincorporará la educación mixta, que en años anteriores se habría implementado.
Dichos avances serán determinantes para acelerar, en los meses siguientes, este tipo de educación, permitiendo así la reducción de aforo presencial de la comunidad universitaria.
“A fin de potenciar la educación híbrida o mixta, las funciones que desempeñan la CUAED y la CODEIC se amalgamarán en una única coordinación y potenciarán sus esfuerzos para lograrlo”, reiteró Graue.
Asimismo, detalló que la nueva coordinación quedará dentro de la estructura de la Secretaría General.
En cuanto al uso de material, tabletas y computadoras en la máxima casa de estudios, explicó que serán modificados algunos espacios de estudios, para que los alumnos puedan ocupar los equipos y se logre la aceleración de los cambios.
Unas de las modificaciones será que la dirección general de bibliotecas dependerá de la secretaría de desarrollo institucional, con la intención de ofrecer una educación distinta y sólida, además de llegar a la modernización.
“Regresaremos cuando existan las condiciones para hacerlo y tomaremos todas las precauciones a nuestro alcance para proteger a la comunidad. Todos esperamos vernos pronto. Pero para que lo podamos hacer, por favor cuídense y protejan a los suyos”, subrayó el rector de la máxima casa de estudios.
A más de dos meses de confinamiento, destacó la labor de los estudiantes, pues desde sus hogares y con el apoyo de herramientas tecnológicas han inflado sus conocimientos, talentos y diversas capacidades.
Incluso, aplaudió los esfuerzos de aquellos universitarios que sumaron esfuerzos para tratar de contener la propagación del COVID-19.
“En el campo de la salud, surgieron nuevas herramientas de diagnóstico y detección de la enfermedad, como resultado del rigor y del ingenio universitario: decenas de miles de medios de transporte para el diagnóstico del virus, así como hisopos, mascarillas, cubrebocas, termómetros y biosensores”, explicó.
Aseguró que hay dispositivos como ventiladores o respiradores artificiales y válvulas de exhalación que sólo están en espera de la autorización sanitaria por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para iniciar su producción en serie.
De la mano del gobierno de la CDMX, empresas y fundaciones, recordó que se logró la creación de la Unidad Temporal Hospitalaria COVID-19, ubicada en el Centro Citibanamex.
En cuanto a insumos, informó sobre la fabricación de caretas de protección N95, que inició hace unos días y que ya han comenzado con su distribución.
Con la intención de salvaguardar la salud de médicos residentes y enfermeras, con donaciones hechas por universitarios y recursos financieros donados por las cámaras de Diputados y de Senadores, han sido entregados cerca de medio millón de kits de protección para ese personal de salud.
“Se han dado también los primeros pasos firmes para la obtención de una vacuna que pueda librar al mundo de esta pandemia y en ello continuaremos”, insistió Graue.
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