Una tercera parte de los alimentos producidos anualmente en México se desperdician. Ello equivale a 38 toneladas no aprovechadas cada 60 segundos que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas en situación de carencia alimentaria.
Lo anterior, según estimaciones de la organización civil Bancos de Alimentos de México que cuenta con 55 establecimientos en el país para rescatar alimentos y llevarlo a familias y comunidades necesitadas.
Para este año, el sector de residuos sólidos, incluidos los alimentos desperdiciados, será la quinta fuente más grande de emisiones de gases de efecto invernadero en el país, de acuerdo con referencias del Banco Mundial en su estudio “What a Waste 2.0. A Global Snapshot of Solid Waste Management to 2050”, publicado en 2018.
Este desperdicio de alimentos fue advertido hace 4 años por Genaro Aguilar Gutiérrez, investigador de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y quien fungió como secretario del Grupo Técnico de Pérdidas y Mermas de Alimentos en coordinación con la otrora Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Aguilar Gutiérrez cuantificó que se pierden 20.4 millones de toneladas de comida equivalentes a 34% de la producción anual nacional.
En términos económicos, ese desperdicio representó más de 400 mil millones de pesos.
Lo que equivale a dos veces el presupuesto de 2018 de Sedesol, y la entonces Sagarpa, actual Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural; según cálculos de la Agencia Informativa Conacyt.
A su vez, el costo social del desperdicio de alimentos contrasta con la carencia en que se encuentran millones de personas.
“Si en el país se frenara la pérdida de alimentos en los diferentes niveles de la cadena, los 50.8 millones de mexicanos que a la fecha no pueden adquirir lo mínimo indispensable para vivir, tendrían comida en su mesa todos los días”, reportó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en 2018.
Fue en el "Taller Internacional sobre pérdidas y desperdicio de alimentos", realizado en Washington en noviembre de 2016, donde el investigador Politécnico dio a conocer sus resultados como consultor del Banco Mundial en México.
Ahí expuso que cada año, el costo de las pérdidas de alimentos en México equivale a USD 36,000 millones.
En su presentación, “Pérdidas y desperdicio de alimentos en México: cuantificación y algunas propuestas para política pública”, Aguilar Gutiérrez detalló que el desperdicio de alimentos tenía implicaciones económico-ambientales.
“El costo económico anual de emisiones de dióxido de carbono para pérdidas y desperdicio de alimentos en México es de 368,864,591 dólares estadounidenses” (al cambio de 2016).
El investigador de la Escuela Superior de Economía del IPN también calculó que, con los 360 litros de agua promedio ocupados por una casa mexicana al día, los alimentos no aprovechados equivalen al consumo líquido de 303,348,857 personas en un año.
"Es decir, agua suficiente para todos los mexicanos durante 2.4 años.
“El costo total de la pérdida de agua por alimentos desperdiciados en México es de USD 7,900 millones de dólares por año”, refirió.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), identifica que los alimentos se desperdician, entre otros motivos, porque “los productos frescos que se desvían de lo que se considera óptimo, en términos de forma, tamaño y color, a menudo se eliminan de la cadena de suministro durante las operaciones de clasificación”. Igual, porque “los minoristas y los consumidores suelen descartar los alimentos que están cerca de la fecha de consumo preferente o que la han superado”.
Además, “grandes cantidades de alimentos comestibles sanos a menudo no se usan o sobran y se descartan de las cocinas domésticas y establecimientos de comidas.”
Al respecto, la FAO emitió en 2017 las siguientes recomendaciones para reducir el desperdicio de alimentos:
- Sirve o come porciones de comida más pequeñas en tu casa y comparte con tus amigos en los restaurantes, en caso de que las porciones sean muy grandes.
- Guarda tus sobras para otra comida o úsalas en un plato diferente.
- Haz una lista de lo que necesitas y procura seguirla. No compres más de lo que puedes consumir.
- Compra frutas y verduras "feas" o irregulares. Son igual de buenas, pero un poco diferentes.
- Almacena los alimentos a una temperatura entre 1 y 5 grados centígrados para una frescura y una vida útil máximas.
- Trata de usar productos que habías comprado anteriormente. En el refrigerador, mueve los productos más viejos al frente y coloca los más nuevos en la parte posterior.
- Algunos desperdicios de alimentos pueden ser inevitables, así que ¿por qué no instalar un contenedor de composta?
- Dona el excedente, compartir es vivir.
La FAO refiere que, a nivel mundial, el volumen de despilfarro de alimentos se calcula en 1 600 millones de toneladas en el “equivalente de productos primarios”.
Mientras que “el despilfarro total de los alimentos para la parte comestible de este volumen, equivale a 1,300 millones de toneladas.”
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