Ante el incremento de contagios por coronavirus y un sistema de salud deteriorado, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) busca reforzar los hospitales con equipo médico como: ventiladores, monitores de signos vitales avanzados, camas de terapia intensiva y rayos X portátiles, entre otras cosas.
De acuerdo con el diario El Universal, el Insabi también planea sustituir, a nivel nacional, los equipos para el diagnóstico de COVID-19, entre las que destacan, termocicladores en tiempo real, ultracongeladores verticales y robots de extracción, para reducir los síntomas e índices de morbilidad y mortalidad durante la epidemia.
Y es que los más de 11 hospitales que forman parte del Insabi carecen de insumos médicos, camas y personal para poder enfrentar la crisis de salud que vive el país a causa del COVID-19, enfermedad que ya cobró la vida de 1,221 personas a la fecha.
Por ello, Juan Antonio Ferrer Aguilar, director general del Insabi, firmó la solicitud de recursos por un monto estimado de 9,337 millones de pesos. La petición fue turnada a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y representa una de las mayores sumas requeridas en lo que va del año.
Se planea la adquisición de al menos 4,260 ventiladores adulto-pediátrico; 3,041 monitores de signos vitales avanzados; 1,818 camas de terapia intensiva; 56 equipos de rayos X portátiles; 187 equipos de ultrasonido point of care.
Así como 55 termocicladores en tiempo real; 104 ultracongeladores verticales de diferentes especificaciones; un equipo de transferencia eléctrica; 47 robots de extracción; un equipo de análisis de información y diagnóstico para secuenciación, además de siete lectores de código de barras; 10 equipos para análisis de información y diagnóstico para PCR en tiempo real.
Cabe destacar que el sistema de salud en México refleja un deterioro y falta de equipo para atender la demanda de casos de COVID-19 que abarrotan los hospitales en el país y pese a las solicitudes de compra de insumos, aún no se ha visto un cambio en hospitales.
Tan sólo el pasado 11 de marzo, el Insabi pidió más de 145 millones de pesos para comprar material y poder distribuirlo en clínicas de diversas entidades del país.
Otros hospitales también presentaron una carta ante la Secretaría de Hacienda, en la que pidieron un presupuesto para equipar los lugares de atención médica al paciente.
Entre ellos destaca el Hospital General; el Hospital Juárez y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), quienes pidieron 70 químicos, 70 auxiliares de laboratorio, 70 técnicos de rayos X, 174 camilleros, 116 afanadores y 106 técnicos de rehabilitación, así como una lista de 150 insumos para trabajar, los cuales contemplaban material básico como jabón antiséptico, cubrebocas, gel antibacterial, papel, jeringas y catéteres.
Tras el decreto de la fase 2 por la pandemia de COVID-19 en el país, también se convocó a médicos y enfermeras a formar parte del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar.
El proceso de reclutamiento para sumarse a las filas del Insabi, que actualmente se mantiene, fue anunciado por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
López-Gatell recordó que dicho programa buscará integrar más de 40,000 médicos, enfermeras y especialistas, quienes laborarán en las zonas más pobres del país, algunas como son: Amatlán, Chiapas; Metztitlán, Hidalgo, y Fresnillo, Zacatecas.
“Se convoca a todas las personas comprometidas y con altos valores de ética médica, capaces de llevar salud a las comunidades más marginadas del país y escuchar la historia de cada persona como si fuera la primera vez”, dijo la Ssa.
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