En el segundo día de la recién aplicada fase 3 de contingencia epidemiológica por la pandemia de coronavirus, los casos de contagios siguen incrementando y se presenta un aumento considerable en defunciones. Hasta el momento, las autoridades registraron 10,544 ciudadanos infectados y 970 fallecimientos por COVID-19.
Las autoridades también informaron de la ampliación de la Jornada de Sana Distancia hecha por la Secretaría de Salud (SSa), el nuevo periodo mantendrá la contingencia hasta el 30 de mayo, en lo que será una de las cuarentenas más largas que ha vivido el país. El gobierno de México ha anunciado que se reforzarán las medidas para reducir la movilidad ciudadana con el fin de reducir en lo más posible la cantidad de contagios que tienen lugar.
La zona más afectada por la pandemia es la Ciudad de México, que presenta hasta el momento alrededor de 2,857 enfermos por la pandemia, y se registran alrededor de 224 fallecimientos. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó que se reducirá la actividad del transporte público como el metro y metrobús, por lo que algunas estaciones estarán cerradas y habrá una menor circulación de los vehículos que otorgan servicio.
Uno de los empresarios que más ha intentado romper con la cuarentena es el dueño de Televisión Azteca y uno de los empresarios más favorecidos por el actual gobierno en base a conseciones: Ricardo Salinas Pliego. Pero ¿cómo ha afectado la crisis causada por el COVID-19 a este empresario?
El también dueño de las tiendas departamentales Elektra y el segundo hombre más acaudalado del país ha presentado pérdidas de alrededor de 1,200 millones de dólares causados por la volatilidad y la incertidumbre que ha traído el COVID-19. Esta pérdida constante sería la que ha sido determinante en el empresario para que se rebelara ante las ideas de la cuarentena con el fin de defender el interés económico de sus empresas.
A pesar de que compañías como Elektra, Banco Azteca y los medios de comunicación, Salinas Pliego tuvo pérdidas millonarias debido a su inversión en OneWeb, una compañía que iba recibir concesiones con el fin de brindar conectividad en zonas con poca disponibilidad de internet o que tenían un alto costo por el servicio, como barcos, aviones y zonas rurales. Debido a la inestabilidad causada por el COVID-19, con lo que se originaron pérdidas por casi 1,250 millones de dólares. La empresa se declaró en quiebra y buscó vender sus activos.
OneWeb había recibido inversión por parte de Total Play, el servicio de telefonía y servicios de Internet cuyo dueño también es Salinas Pliego. Con lo que la inversión se perdió al declararse la quiebra de OneWeb.
En el Hospital General Regional #72 del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), en Tlalnepantla, 67 trabajadores han sido contagiados de COVID-19 hasta este sábado. Uno de los trabajadores es un directivo que no informó de su estatus positivo a los otros dependientes.
El Código Penal Federal en el artículo 199-bis sanciones, afirma que una persona con el conocimiento de ser portadora de una enfermedad “grave” que ponga en riesgo de contagio a otras puede tener una condena de hasta tres años de prisión. Sanción que podría ser aplicable al funcionario que escondió su estado positivo y que pudo estar involucrado en más de 100 casos pues, además de los 67 trabajadores que ya han dado positivo, se tiene la sospecha de que otras 41 personas se infectaron en el hospital.
Médicos y personal del H72 del IMSS escribieron una carta dirigida a la Secretaría de Salud el 8 de abril exigiendo una disculpa pública de Zoé Robledo, director general del IMSS, por la carencia de protocolos de seguridad, negar el brote infeccioso en el hospital y la falta de entrega de material médico para combatir la pandemia. La disculpa del director general del IMSS no ha sido realizada y el número de contagios sigue en crecimiento.
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