“¡Sale paciente, sale paciente!”, es el grito que se escucha en los pasillos del Hospital General de Zona (HGZ) 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para anunciar el traslado de un enfermo sospechoso de padecer Covid-19, y a quien, en lugar de movilizarlo en una cápsula de aislamiento como las que se han visto en nosocomios de otras partes del mundo, sólo es cubierto por una sábana normal con la que el personal médico “le hace casita” para que no le caiga encima, ya que se encuentra intubado.
De esta manera indignante y preocupante es como médicos, enfermeras, camilleros, radiólogos, personal de intendencia y pacientes del IMSS; enfrentan la emergencia por la pandemia en México, en donde, de acuerdo con las cifras oficiales de la Secretaría de Salud federal, ya suman 1,215 pacientes positivos, 29 fallecidos y 3,511 casos sospechosos, a sólo un mes de que se detectó al primer paciente contagiado por la enfermedad respiratoria. Y esto apenas comienza.
Médicos del HGZ 32 platicaron con Infobae México del miedo que sienten de enfrentar la pandemia del Covid-19 sin las medidas de protección adecuadas, ya que, aunque las autoridades aseguran que les han dado el equipo necesario, la realidad es que son de mala calidad, e incluso, se han roto, lo que los deja expuestos al contagio.
Aunado a eso, el personal médico de este nosocomio debe enfrentar una dificultad más: desde hace dos años, el HGZ resultó dañado por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y a la fecha, siguen hacinados en un lugar muy pequeño dentro del Hospital Regional Número 2 de Traumatología y Ortopedia, ubicado en calzada de las Bombas, en la alcaldía Coyoacán.
Aún así, las autoridades designaron al Hospital General de Zona (HGZ) 32 para atender a los pacientes de Covid-19.
Una doctora, quien accedió a hablar con Infobae México bajo condiciones de anonimato, señaló que hace dos semanas les avisaron que médicos de urgencias y de medicina interna serán los encargados de atender a los pacientes afectados por el coronavirus, por lo que les “acondicionaron” un consultorio denominado Triage en donde se reciben inicialmente a todos los pacientes con síntomas respiratorios
“Pero ese Triage respiratorio no es el sitio adecuado. Ahí deberíamos tener un área aparte para ponernos el equipo necesario y revisar a esos pacientes para no contagiarnos nosotros, (pero) nos tenemos que vestir, afuera, casi en el pasillo. Ahí los recibimos, ahí valoramos si se pueden ir a su casa a tener tratamiento o si llegan graves, ya se tienen que ingresar”, explicó.
Detalló que en urgencias se acondicionaron tres cubículos de paciente aislado y apenas esta semana (la anterior) se está acondicionando para que los pacientes se vayan subiendo a piso.
¿Qué pasará si llegan muchos pacientes y esos cubículos se vuelvan insuficientes?, se le preguntó.
“Es lo mismo que nosotros le hemos preguntado a nuestros jefes. Ahorita esto apenas empieza y hemos estado teniendo pacientes a diario en esos cubículos. Ha habido tres pacientes diario y salen. Pero en esta semana (la anterior) hemos visto que cada vez están aumentando los pacientes y ahorita ya se supone que están por abrir camas en piso, ya acondicionaron me parece que el tercer piso exclusivo para esos pacientes. Pero aún así, como vemos las circunstancias, no van a alcanzar esas camas”, dijo.
“No sabemos el número de camas. Apenas esta semana nos informaron que el hospital va a ser de referencia para los pacientes de Covid, pero todo ha sido de un día para otro”, señaló.
La doctora explicó que hasta el momento han atendido a tres pacientes graves quienes han necesitado el uso de ventilador mecánico (respirador), pero hay muchos otros que han sido remitidos a su casa, con vigilancia epidemiológica.
“Los pacientes que entran con síntomas leves, que no hay complicación, se mandan a su casa para que estén en aislamiento, en vigilancia y dependiendo del resultado que salga de sus pruebas, el servicio de epidemiología del hospital les está dando seguimiento. Los pacientes graves que han estado internados en urgencias, por ejemplo se han mandado al Hospital de Infectología de La Raza, otros se han muerto y ahorita los que van a empezar a subir a piso”, detalló.
Ver la muerte de cerca
Uno de estos pacientes fallecidos, identificado como Félix, fue la víctima mortal número cuatro, de quien las autoridades de salud federales sólo identificaron como un hombre de 71 años de la Ciudad de México quien padecía diabetes e insuficiencia renal.
Félix murió el domingo 22 de marzo en el Hospital General de Zona 32, pero su deceso fue dado a conocer al día siguiente.
“Ese paciente (Félix) se murió en el hospital y la hija de ese paciente (identificada como María Teresa y quien también llegó al HGZ 32) fue la que se mandó al Hospital de Infectología de La Raza y ayer (jueves) nos enteramos que ya se murió”, dijo.
Félix era abuelo de un joven (quien no ha podido ser identificado) que fue al concierto de la banda Ghost el pasado 3 de marzo en el Palacio de los Deportes y quien permanece asintomático. El joven es hijo de la señora María Teresa.
A pregunta expresa de si las autoridades médicas no dan un seguimiento a los familiares de los pacientes con Covid-19, la médica urgenciologa señaló: “Se supone que epidemiología debía llevar la vigilancia de esos familiares, pero nosotros en urgencias ya no tenemos más contacto con el seguimiento que epidemiología lleva”, explicó.
Pero el caso de Félix no es el único fallecimiento en el Hospital General de Zona 32. El mismo domingo 22 por la noche llegó otro paciente grave con todo el cuadro clínico de Covid-19, pero ya no se le pudo tomar la muestra porque falleció.
La prueba no se está aplicando a todos los casos sospechosos
Contrario al llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha pedido a los gobiernos del orbe realizar todas las pruebas que sean necesarias a las personas sospechosas de estar contagiadas con el Covid-19, las autoridades sanitarias federales aseguran que no se aplicarán de manera masiva.
Pero lo peor, es que en México tampoco se les están realizando a las personas que presentan la sintomatología, lo que está ocasionando un subregistro en los casos confirmados.
“Nos han dicho que de cada 10 pacientes que lleguen con síntomas leves, sólo a uno se le tome la muestra. ¿Entonces qué pasa con los demás? Y esas son las indicaciones que tenemos, pero nosotros, dependiendo de cómo valoramos al paciente, nosotros decidimos si la tomamos o no. Pero sí nos están limitando en la toma de muestras”, aseguró.
Recordó que se vivió la misma situación en el 2009, durante la pandemia de la Influenza AH1N1.
“Lo mismo pasó cuando ocurrió la Influenza AH1N1, así pasó. Cuando había defunciones, llegó un momento en que nos prohibieron poner en los certificados de defunción que era Influenza la causa de la muerte. A ese grado llegan las autoridades. Se les ponía neumonía sin especificar, reveló.
El personal médico, expuesto
Dos doctoras que tuvieron contacto con el señor Félix resultaron contagiadas por Covid-19, por lo que se encuentran aisladas en sus casas con síntomas leves. “Por suerte no se han agravado”, dijo.
El contagio de ambas especialistas médicas ocurrió ante la deficiencia del equipo con el que tienen que atender a los pacientes, el cual se ha roto debido a que son de mala calidad.
“Nos están dando el equipo, pero para empezar no es el indicado, la calidad no es la que debe de ser y el equipo de protección personal, pues a diferencia de los otros países, es una calidad muy mala y nos los dan, pero muy restringido”.
Puso como ejemplo el caso de los cubrebocas, los cuales, algunos se han roto.
“Los cubrebocas que trae toda la gente si acaso duran 15 minutos, pero los cubrebocas adecuados que se llaman N95 esos si acaso nos duran un turno de 8 horas. Y esos también nos los restringen, tenemos que estarles casi rogando para que nos den cada turno y es diario” (sic).
“Nosotros hemos tratado de buscarlo fuera, comprarlos nosotros porque nos los limitan mucho. Dicen N95 pero son chafas, son piratas”, aseguró.
Explicó que cada vez que atienden a un paciente con una neumonía grave y con respirador, necesitan un cubrebocas y todo el equipo de protección nuevo.
“(...) Después de ver a ese paciente, ese cubrebocas se desecha porque ya está contaminado, ya tiene el virus impregnado y no lo podemos usar con otro paciente. Pero no sólo es el cubrebocas, sino todo el equipo completo de protección: cubrebocas N95, gorro, goggles, bata, guantes de nitrilo que no los tenemos (tenemos de látex que no protegen igual) y botas”, detalló.
“Los que hemos comprado los guantes de nitrilo, agarramos de lo que nosotros compramos. Los que hemos comprado cubrebocas de la marca adecuada, de nuestro bolsillo”, dijo.
Aseguró que no han podido comprar los equipos completos porque ya están agotados.
“Entonces ese también en otro problema y en donde hay, en donde se ha encontrado, los precios los están subiendo hasta al quíntuple. Hemos buscado en internet, en Amazon y en Mercado Libre y hay lugares en donde los han subido hasta en mil pesos cada cubrebocas”, aseveró.
A pesar de que les han expuesto a sus jefes esta situación, ellos dicen que es lo que les mandan sus jefes.
“Cada directivo le echa la pelotita al de más arriba y se lavan las manos con eso y ya. Dicen: es lo que hay, es lo que tenemos y ya”.
“Tenemos miedo”
Ante la carencia de insumos de calidad, el personal médico del Hospital General de Zona 32 vive con la angustia no sólo de contagiarse, sino de transmitir la enfermedad a sus familias. Es por eso que algunos de ellos se están organizando para vivir en un sólo lugar y no ir a sus casas, con la finalidad de no exponer a sus seres queridos.
“Algunos compañeros están rentando o se van con quien vive solo para no ir a sus casas y poner en riesgo a sus familiares. Sabemos que es nuestro trabajo y no nos negamos a hacerlo, pero sí tenemos miedo, estamos nerviosos, angustiados, de contagiarnos nosotros y de contagiar a nuestros familiares”, relató.
Reconoció “estamos con esa inquietud de incertidumbre porque bueno, cuánto tiempo voy a tener que estar así. También, no sabemos cuánto tiempo va a durar esta pandemia porque apenas empieza. Entonces esto va para meses porque así se está viendo la curva”.
La doctora señaló que no sólo ellos están expuestos.
“La verdad es que todos los compañeros del hospital estamos expuestos: desde intendencia, camilleros, enfermeros, radiólogos. O sea, todos los que estamos en contacto con esos pacientes también tenemos el riesgo. Entonces lo que nosotros le estamos pidiendo a las autoridades es el equipo necesario y que sea de calidad porque ellos dicen: pues ahí lo tienes, pero en realidad no son de la calidad adecuada”, finalizó.
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