Michoacán, líder mundial en la exportación de aguacate, ve amenazada la prosperidad económica que trajo este producto a la región debido la ola de violencia que cubre todo el estado.
En 1914 Estados Unidos impuso un veto a los aguacates mexicanos para evitar la llegada de plagas a su país, tuvieron que pasar más de 80 años, para que esta restricción fuera suspendida, este cambio en las leyes americanas trajo consigo un auge económico en la región de Michoacán que mayormente se dedica a la producción de esta fruta.
Con 120,000 hectáreas de cultivo de aguacate certificadas para la exportación, Michoacán es el líder mundial en la producción de este fruto. Estados Unidos es su principal cliente acaparando el 90% de las exportaciones.
De los 113 municipios que conforman el estado, 51 se dedican a la producción aguacatera abarcando una extensión total del 140,000 hectáreas de las cuales 120,000 son certificadas.
Esto quiere decir que cada ocho de 10 aguacates que se producen en el país provienen de esta entidad, generando un valor de exportación de 2 mil 392 millones de dólares.
Pero en la actualidad toda esta bonanza económica, que termino en buena medida con la pobreza en esta región del país, sé está viendo amenazada por el clima de inseguridad que permea en la región.
Ahora es común observar pequeños grupos de agricultores portando rifles de asalto, de acuerdo con información publiocada con El Universal, los cuales se encargan de los distintos puestos de control que se localizan a lo largo de toda la entidad , con la finalidad de protegerse de ladrones y extorsionadores de los cárteles.
Algunos productores que han tomado las armas afirman, “sus cultivos son algo por lo que se merece luchar” señalan que con el boom del aguacate también llegaron las extorsiones, secuestros, cárteles y robo de mercancía.
Los productores mexicanos del llamado “oro verde” llevan años siendo victimas de la violencia de los carteles quienes los roban, chantajean, despojan de sus tierras y en algunos casos secuestran y matan.
Esta situación tomó relevancia internacional hace apenas unos meses cuando en agosto pasado un equipo de inspectores del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos fue amenazado directamente en una localidad al oeste de Uruapan, Michoacán. Autoridades locales señalaron que un grupo armado asalto la camioneta donde viajaban los inspectores y los despojo de la misma.
Derivado de este hecho Marie Martin, directora del Área de Pre-Autorización del Departamento de Agricultura de EU envió una carta a la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) donde solicita se garantice la seguridad de los inspectores.
“Solicitamos su apoyo y medidas para garantizar que todos los productores y empacadores del programa recluten activamente medidas de seguridad para proteger al personal de APHIS (Servicio de Inspección Animal y Vegetal), que realiza las actividades del programa”
Y enfatizó:
Una medida de este tipo bloquearía los envíos y devastaría la industria Aguacatera del estado.
En un hecho inusual la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México, con sede en Michoacán, hizo publica la carta para concientizar a los delincuentes sobre el hecho de que sus actividades ponen en riesgo la industria más prospera del estado.
Anteriormente, el grupo de los “Viagras” era quién dirigía las actividades ilícitas de la región pero actualmente un grupo más violento, el “Cártel Jalisco Nueva Generación”, está intentando apropiarse de la plaza.
En agosto, como muestra de fuerza, el grupo colgó nueve cadáveres en un paso elevado en Uruapan y dejó otros 10 despedazados en la carretera, adicionalmente desplegaron una manta con la leyenda “Sea un patriota, mate a un Viagra”.
Este mismo cártel fue el que emboscó y mató a 13 policías en la carretera Aguililla-Apatzingán, el ataque causó tanto temor en las autoridades que realizaron la recolección de los vehículos incendiados y los cuerpos, que por la prisa que olvidaron un cráneo calcinado en la carretera.
En localidades colindantes con Jalisco, como es el caso de Tepalcatepec, grupos de vigilantes fuertemente armados custodian los puesto de control ubicados en lo alto de las colinas a la espera de las incursiones del cartel.
Los productores se sienten asustados, solos y atrapados en esta situación, refieren que la policía, el ejercito y la Guardia Nacional acuden a zonas en problemas y hacen una demostración de fuerza solo por unas semanas y después se van.
Adriana Villicaña, profesora de la Universidad Católica Univa en Uruapan señaló que el problema de la delincuencia en la región se agravaría si la industria colapsa.
“Si no hubiera aguacate, lo más seguro es que se subcontraten con el crimen”
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