Apenas el 30 de abril, el gobierno mexicano anunciaba la captura de Adrián Gómez, el contador del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en una de sus plazas más importantes. Con su detención, se pensaba que se daría un golpe importante a las finanzas del grupo delictivo y con ello se podría cerrarle el acceso a dinero en una de sus zonas estratégicas.
Se esperaba que "Adrián N", como le llamaba la Fiscalía Federal en cumplimiento al debido proceso, diera información importante de al menos 25 empresas y personas vinculadas al cártel, enlistadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, pero los planes del contador eran otros.
Aparentemente se colgó con una soga en el gimnasio
A pesar de recibir atención psicológica al igual que todos los reos, el 11 de julio, el preso decidió suicidarse en el gimnasio de la cárcel preventiva de Puente Grande, en el estado de Jalisco.
"Se privó de la vida, aparentemente se colgó con una soga en el gimnasio", explicó a medios locales el fiscal de Jalisco, Raúl Sánchez Jiménez, quien no pudo explicar preguntas cómo dónde estaban los custodios y por qué las cámaras de seguridad no tienen grabado el momento y por qué en el lugar había sogas.
Según la Fiscalía, algunos compañeros del occiso señalaron que horas antes lo visitó su esposa, por lo que se trabaja en esa línea para tratar de esclarecer los motivos.
"Adrián N" estaba recluido en una cárcel preventiva ya que contaba con un amparo judicial para no ser trasladado a otra prisión.
Era el operador financiero de CJNG en el destino turístico de Puerto Vallarta, una de las plazas más importantes para el cártel, ahí también operaba rutas de transporte público a través de un corporativo llamado Transportes Unidos del Pacífico.
Estaba acusado por delitos contra la salud y por posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército.
El Cartel Jalisco Nueva Generación es junto con el de Sinaloa, uno de los grupos narco más importantes del país.
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