El mundo animal ofrece un fascinante abanico de patrones de sueño, donde algunos mamíferos descansan profundamente durante la mayor parte del día, mientras que otros apenas duermen unas pocas horas. Esta variabilidad no solo despierta curiosidad, sino que también arroja luz sobre la relación entre las horas de sueño y el desarrollo cognitivo y social.
Los seres humanos, por ejemplo, pasan cerca de un tercio de su vida durmiendo, una cantidad de tiempo que varía considerablemente entre individuos y que ha sido objeto de muchos estudios científicos, aunque aún queda mucho por descubrir sobre sus funciones exactas y condicionantes genéticos.
Comparados con los humanos, algunos mamíferos presentan patrones de sueño radicalmente diferentes. Los koalas, famosos por su dieta de hojas de eucalipto, pueden dormir hasta 22 horas al día, una estrategia necesaria para conservar energía debido a la baja calidad nutricional de su alimento. En contraste, grandes herbívoros como elefantes y jirafas duermen tan solo de 2 a 4 horas diarias, un hecho sorprendente que se explica por su necesidad de mantenerse vigilantes frente a posibles depredadores. Estos ejemplos nos muestran cómo la cantidad de sueño está estrechamente ligada a factores ecológicos y biológicos.
Para entender cuánto se duerme realmente, debemos compararnos con otros mamíferos. Aunque la variedad es grande, las tendencias son claras: los mamíferos que duermen más suelen poseer hábitats y dietas que les permiten períodos de descanso prolongados, mientras que aquellos que duermen menos tienen que enfrentarse a mayores desafíos en su entorno.
El artículo “Pistas sobre las funciones del sueño de los mamíferos” publicado en Nature en 2005, sugiere que el sueño puede ser un momento eficiente para cumplir diversas funciones, aunque las variaciones indican que estas pueden diferir entre especies.
Perezosos
Los perezosos habitan las selvas tropicales de América Central y del Sur, en países como Panamá, Costa Rica, Colombia, Brasil, Surinam y Venezuela. Se los suele ver colgados boca abajo en las copas de los árboles. Según datos de la Asociación Panamericana para la Conservación (APPC), estos animales pueden dormir hasta 18 horas al día, pero no de manera consecutiva. Tienen una temperatura corporal muy baja en comparación con otros mamíferos, que oscila entre 32 y 35 grados Celsius.
Una de las mayores amenazas para los perezosos salvajes es la fragmentación de los bosques, resultado de la destrucción del hábitat. La APPC señala como responsables de la disminución de esta especie las colisiones de tráfico, las electrocuciones por líneas eléctricas, los ataques de perros domésticos, la caza furtiva y el tráfico ilegal para el comercio de mascotas.
Murciélagos Cafá
Los murciélagos también son conocidos por sus largos periodos de sueño. Entre ellos, se menciona al pequeño murciélago cafá (Myotis lucifugus), residente de Estados Unidos y Canadá. Según Animal Diversity Web (ADW), esta especie ocupa tres tipos de dormideros: diurnos, nocturnos y de hibernación. Los sitios de descanso se eligen en función de temperaturas ambientales estables. Pueden ser edificios, árboles, rocas y montones de madera donde hay escasa o nula iluminación. Los sitios de hibernación suelen ser espacios que ofrecen temperaturas más cálidas que la del ambiente. Actualmente, la población del pequeño murciélago cafá está decreciendo, por lo que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo ha calificado como en peligro de extinción.
Koalas
El koala (Phascolarctos cinereus) es otro mamífero que duerme mucho, entre 18 y 22 horas diarias, según la Australian Koala Foundation (AKF). Esta organización no gubernamental sin fines de lucro se dedica a la conservación y el manejo efectivo del koala salvaje y su hábitat. Los koalas, residentes en Australia, comen hojas de eucalipto que contienen toxinas, son muy bajas en nutrición y altas en materia fibrosa, lo cual requiere mucha energía para digerirlas. Esto explica su sueño largo, ya que dormir por largos periodos es una estrategia para conservar energía. La tendencia actual de la población de koala es decreciente, por lo que figura como vulnerable en la lista roja de la UICN.