Los microplásticos están por todas partes, cómo hacer para evitar comerlos

Expertos sugieren medidas prácticas adaptadas al hogar, como usar filtros de agua certificados por NSF y preferir envases de vidrio o cerámica para reducir riesgos

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Los microplásticos se encuentran en el agua potable, alimentos y aire, y están vinculados a enfermedades graves. (Getty)
Los microplásticos se encuentran en el agua potable, alimentos y aire, y están vinculados a enfermedades graves. (Getty)

Los microplásticos son fragmentos diminutos de plástico que se encuentran en el agua, alimentos y aire, se han convertido en un problema persistente y difícil de evitar. Estudios recientes han vinculado estos contaminantes a enfermedades cardíacas, trastornos pulmonares y otros problemas de salud preocupantes.

La prevalencia de estos diminutos plásticos es tal que evitarlos por completo se ha vuelto casi imposible. Sin embargo, los expertos recomiendan diversos métodos para reducir la exposición a los microplásticos en el agua, los alimentos y el aire.

Los microplásticos se originan de diversas fuentes, incluyendo la degradación de productos plásticos más grandes y el uso de cosméticos y productos de limpieza que contienen pequeños agentes exfoliantes. Una vez liberados en el medio ambiente, pueden ser transportados por el viento y el agua, eventualmente ingresando al cuerpo humano a través de la inhalación y la ingestión.

La contaminación por este derivado del plástico es un problema emergente que requiere una atención urgente por sus potenciales efectos adversos en la salud humana. Es crucial estar informados y tomar medidas individuales y colectivas para reducir la exposición a estos contaminantes.

Investigaciones muestran que los bebés pueden ingerir grandes cantidades de microplásticos al usar biberones plásticos calentados (Crédito: Freepik)
Investigaciones muestran que los bebés pueden ingerir grandes cantidades de microplásticos al usar biberones plásticos calentados (Crédito: Freepik)

Cómo puedo evitar los microplásticos

Entre los consejos destacan evitar el uso de botellas de plástico, emplear filtros de agua certificados por la Fundación Nacional de Ciencia (NSF, por sus siglas en inglés), y optar por recipientes de vidrio o acero inoxidable para almacenar alimentos. Investigaciones de 2019 y 2024 destacan que el agua embotellada contiene niveles significativamente más altos de microplásticos en comparación con el agua del grifo. En su lugar, los expertos sugieren utilizar botellas reutilizables de acero o vidrio.

Pese a las ventajas del agua del grifo, esta también puede contener microplásticos. Usar filtros de agua certificados por la NSF/ANSI puede ayudar a reducir, aunque no eliminar completamente, la presencia de estos contaminantes. Ejemplos de filtros recomendados incluyen el Aquasana AQ-5200 y la jarra Brita Elite, aunque es importante evitar el uso de agua caliente en estos filtros para minimizar la degradación del plástico.

Evitar almacenar alimentos calientes en plásticos limita la degradación y liberación de microplásticos (Shutterstock)
Evitar almacenar alimentos calientes en plásticos limita la degradación y liberación de microplásticos (Shutterstock)

El almacenamiento de alimentos también juega un papel crítico. Los expertos recomiendan no usar recipientes plásticos para guardar comida, especialmente evitar exponer cualquier plástico a altas temperaturas, ya que esto acelera su degradación y liberación de microplásticos. La endocrinóloga Gillian Goddard, autora en ParentData, también aconseja no reutilizar plásticos de un solo uso para alimentos y bebidas.

Otra medida importante es evitar calentar alimentos en recipientes plásticos. Tracey Woodruff, directora del Programa en Salud Reproductiva y Medio Ambiente de la Universidad de California en San Francisco, sugiere utilizar vidrio o cerámica. El set Pyrex Simply Store de 18 piezas y el conjunto Glasslock de 18 piezas son opciones recomendadas para almacenar alimentos de forma segura, aunque se debe tener cuidado con las tapas plásticas al calentarlos.

Los niños pequeños son particularmente vulnerables a la exposición a los microplásticos, especialmente durante etapas críticas del desarrollo. Dr. Carlos Lerner, pediatra y profesor de pediatría clínica en UCLA Health, enfatiza la importancia de seguir las recomendaciones de sueño seguro, evitar el humo de segunda mano y practicar una buena nutrición. Para reducir la exposición en bebés, se aconseja no calentar fórmula o leche materna en recipientes plásticos y considerar el uso de botellas de vidrio o silicona.

Mantener el hogar libre de polvo a través de aspiradoras con filtros HEPA disminuye los microplásticos en el aire (Crédito: Freepik)
Mantener el hogar libre de polvo a través de aspiradoras con filtros HEPA disminuye los microplásticos en el aire (Crédito: Freepik)

La limpieza del aire en el hogar también puede reducir la exposición a los microplásticos. La reducción del polvo en el aire interior mediante la aspiración regular con una aspiradora de sistema sellado con filtro HEPA o S-class, y la limpieza de superficies con una esponja o paño húmedo, son estrategias beneficiosas.

Incluso tareas cotidianas como lavar los recipientes plásticos a mano en lugar de usar el lavavajillas pueden marcar una diferencia, ya que las temperaturas altas del lavavajillas pueden degradar el plástico y liberar microplásticos. Además, optar por tablas de cortar de madera o bambú en lugar de plástico puede ser beneficioso, ya que estos materiales no tienden a desprender partículas con el uso repetido.

Lavar a mano los envases plásticos para alimentos previene la degradación que producen altas temperaturas en el lavavajillas (Grosbygroup)
Lavar a mano los envases plásticos para alimentos previene la degradación que producen altas temperaturas en el lavavajillas (Grosbygroup)

A medida que la investigación sobre los efectos de los microplásticos en la salud continúa, es esencial tomar medidas prácticas para reducir la exposición. Los científicos aún están investigando las conexiones exactas entre estos diminutos fragmentos de plástico y la salud humana, pero existe una preocupación generalizada sobre los posibles impactos en la función metabólica, los sistemas endocrinos y el riesgo de enfermedades graves como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

En definitiva, aunque evitar los microplásticos por completo es prácticamente imposible, adoptar hábitos saludables, como una buena alimentación, ejercicio regular, y medidas específicas para minimizar la exposición a estos contaminantes pueden contribuir a una mejor salud general.

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