El sexo es una de las formas más íntimas que tenemos las personas para relacionarnos con otros. En ocasiones incluso condiciona la forma en que nos comportamos y apreciamos la vida. Para los griegos, Afrodita no solo era la deidad de la belleza, también reinaba sobre la sensualidad y el amor era uno de sus hijos, Eros, con el que inspiraba artistas y guiaba a los amantes. Función que mantuvo con los romanos, cuando entonces fue llamada Venus. Sin embargo, si existe un momento crucial en el que se creía que ejercía su poder, era durante el clímax.
Esta poderosa sensación fue siglos más tarde condenada por la Iglesia, que la veía como una amenaza para lograr el encuentro con dios. Una tentación puesta a los hombres que les recordaba los placeres de la carne. Más tarde, la ciencia se encargó de explicar que el orgasmo es producto de la liberación de hormonas y químicos en nuestro cerebro, que cuando lo inundan nos permiten escapar de la racionalidad. Hoy, lo entendemos como una forma en que ejercemos nuestros derechos humanos y su ejercicio debe ser dado en libertad y bajo consentimiento absoluto.
Sin embargo, hablar de ese momento tan deseado durante el sexo aún es tabú, probablemente consecuencia de la pesada herencia que arrastran nuestras sociedades. Menos abordado aún es el orgasmo combinado, el resultado de una doble estimulación que culmina de forma simultánea. Para conocer más acerca sobre este concepto, Infobae Colombia habló con la sexóloga Carolina Corso.
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¿Qué es el orgasmo combinado?
Es un orgasmo muy potente, respuesta a esa doble estimulación que estamos haciendo en clítoris y en punto G. Cuando nos centramos en esa estimulación clara y específica, podemos llegar a tener movimiento involuntario intenso del cuerpo, sobre todo las piernas y activación de zonas altamente sensibles que nos generan un feedback importante de placer.
¿Cómo lograrlo?
Realmente, a mí no me parece importante poder lograr este tipo de denominaciones o formas de entender el orgasmo, ni siquiera el orgasmo mismo. Por el contrario, en mi experiencia puedo afirmar que a quienes se concentran en este, se les vuelve más una carga.
Lo que yo valoraría es que las parejas heterosexuales o del mismo sexo, que lo intentan, se concentren en el juego; en el placer y en las sensaciones que se van logrando en el pre del orgasmo.
“El cómo lograrlo depende de que le apuntemos a las zonas indicadas, que conozcamos muy bien a nuestro cuerpo y que sepamos como estimular estas dos zonas al tiempo” Carolina Corso.
¿Qué beneficios tiene lograrlo?
El orgasmo combinado y el orgasmo en sí mismo, va a generar para la salud física y mental. Tiene beneficios como antidepresivo natural, disminuye nuestro estrés, aumenta la probabilidad de descanso y sueño reparador, aumenta la probabilidad de que tengamos alivio de nuestros dolores, porque desde este momento químico que sucedió donde producciones más oxitocina, dopamina y endorfinas. Con lo cual vamos a lograr mayores escenarios de satisfacción.
¿Cuáles son algunas pistas que se deben tener en cuenta?
Primero, crear situaciones de mucha comodidad, tranquilidad y relajación. Lo segundo es que en pareja o en solitario no nos presionemos frente al resultado, de lo contrario va a haber mucha más ansiedad, que definitivamente es una antagonista de nuestro placer.
Lo tercero es que conozcamos que al primer intento probablemente no lo podremos lograr, seguramente sea una suma de intentos amigables lo que nos lleve al posible disfrute de este orgasmo. Finalmente, quiero centrarme en todas las formas de excitación que aumenten las sensaciones, que va a ser el momento que realmente nos va a focalizar en el placer.
¿Quiénes lo pueden lograr?
Personas que conozcamos muy bien el ritmo del sexo, que tengamos claro el tipo de estimulación que nos gusta, que sepamos lo que nos inhibe, lo que nos excita y que no tengamos afectaciones en diferentes fases de la respuesta sexual que nos interrumpa ese momento de placer.
“Es también importante que las personas sepamos como manejar esos eventos privados, es decir, emociones y pensamientos que puedan bloquear el momento de excitación o del orgasmo”, agregó la experta.
El cómo lograrlo depende de que le apuntemos a las zonas indicadas, que conozcamos muy bien a nuestro cuerpo y que sepamos como estimular estas dos zonas al tiempo. Debemos saber muy bien como nos gusta que nuestro clítoris sea estimulado, de forma lineal, circular o por ejemplo, el tipo de fuerza que nos funciona durante la penetración.
Que haya la fuerza y el contacto suficiente en el momento de en el que el pene o el juguete entra en la vagina, en términos de fondo. En tanto la forma, definitivamente los juguetes sexuales son un aliado, podemos usar vibradores con doble función, que estimulen el clítoris y paralelamente estimule la vagina, junto a sus paredes. Las posiciones también ayudan a como lograrlo, el misionero, la vaquera, las relaciones de pie, el dog style, pero asegurándonos que siempre halla estimulación continua del clítoris.
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