Este miércoles, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó, por unanimidad, en segundo debate, el proyecto de ley que busca la implementación de sellos frontales y de fácil identificación en los alimentos que contengan exceso de azúcar, sodio o grasas. La iniciativa cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud.
“Con este proyecto estamos garantizando que los colombianos tengan información honesta, sencilla, para cuidar su salud, y poder tomar decisiones sobre el consumo o no de productos con excesivos niveles de azúcar, sodio, grasas y edulcorantes”, dijo el representante a la Cámara por el partido Alianza Verde, y coautor del proyecto, Mauricio Toro.
El proyecto otorgaría facultades al Gobierno para que, en cabeza del Ministerio de Salud, se establezcan las categorías de productos que tendrán que llevar sellos frontales de advertencia si exceden los niveles recomendados para ciertos ingredientes. Hasta ahora, no está definido cómo lucirían las etiquetas ya que, de aprobarse, el Minsalud podrá reglamentar los parámetros técnicos definiendo la forma, figura, símbolos, textos, tamaño y ubicación.
Quien incumpla el etiquetado estaría sujeto a sanciones por parte del INVIMA. También, de aprobarse y pasar a sanción presidencial, el Gobierno Nacional tendría que fomentar la transmisión de contenidos con mensajes de promoción de hábitos saludables, todo esto enfocado en niños, niñas y adolescentes.
Según el representante Toro, el Ministerio de Salud no se ha pronunciado frente a la iniciativa, pero el Ministerio de Comercio radicó un concepto en el que decía que no era necesario un proyecto de ley para prohibir la comercialización de productos en establecimientos educativos porque “con una directriz del Ministerio de Educación y del Ministerio de Salud, se podría cumplir con los mismos objetivos, es decir, crear entornos alimenticios saludables al interior de los establecimientos educativos”, lo que, según el congresista era una herramienta para “empantanar la discusión”.
Uno de los puntos más comentados del debate fue artículo nueve del proyecto, que presentaba las restricciones a la publicidad de comestibles y bebidas ultraprocesadas en la franja infantil y familiar, además del uso de juguetes, personajes o accesorios (incentivos) usados como ganchos comerciales para atraer a la población infantil. “Pero este punto finalmente fue eliminado por los congresistas, argumentando que no es recomendable tener restricciones a la publicidad”, afirmó Toro.
Frente a esto, el concepto presentado por el Ministerio de Comercio concluyó que el proyecto debería revisarse, porque podía estar expuesto a “disputas internacionales” por el tema de la regulación de la publicidad, aunque calificó como bajas las probabilidades de que esto suceda.
“Luego de tres intentos en los cuales el proyecto había sido archivado por el lobby de la industria, en esta oportunidad hemos logrado con el apoyo de todos los partidos políticos, sacar adelante una propuesta que es urgente y necesaria para promover mejores hábitos de alimentación”, afirmó Toro. La última vez que se presentó el proyecto fue en 2019 y su autor era el representante por la Coalición Alternativa Santandereana Fabián Díaz, pero se hundió cuando se levantó la sesión porque varios congresistas rechazaron que Jesus Santrich llegara a la plenaria como nuevo senador.
Ahora el proyecto pasará a la Comisión Séptima del Senado, donde se llevará a cabo el tercer debate.