Desde hace siglos, el queso Camembert ha sido un símbolo de la gastronomía francesa, con su textura cremosa y su característico sabor.
Sin embargo, más allá de su reputación culinaria, este queso fermentado ha captado la atención de la comunidad científica gracias a recientes investigaciones que sugieren que podría tener un impacto positivo en la salud cerebral.
Un estudio de la Universidad de Kioto en Japón, publicado en la revista Neuroscience Research ha descubierto que ciertos compuestos presentes en el Camembert, generados durante su proceso de fermentación, tienen el potencial de mejorar la memoria y el aprendizaje.
Estos hallazgos, aunque realizados en ratones, abren la puerta a una nueva comprensión sobre cómo los alimentos fermentados pueden influir en la salud cognitiva.
Compuestos bioactivos: el secreto del Camembert
El proceso de fermentación del Camembert utiliza un hongo específico, Penicillium camemberti, que produce compuestos bioactivos raros, como los ácidos grasos amídicos. Entre ellos destaca el miristamida, un compuesto que está ganando reconocimiento por su capacidad para influir en la salud del cerebro.
Este compuesto no solo apoya la formación de nuevas células cerebrales, sino que también mejora la plasticidad sináptica, crucial para el aprendizaje y la memoria.
Además, se ha demostrado que estos ácidos grasos amídicos aumentan los niveles de factores neurotróficos derivados del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés). Estas proteínas son esenciales para el crecimiento y la reparación de las neuronas, lo que resulta particularmente importante a medida que envejecemos.
Estudios en ratones: un enfoque experimental
Para probar los efectos cognitivos del Camembert, investigadores realizaron experimentos con ratones alimentados con este queso o con miristamida pura. Según Neuroscience Research, durante siete días, los ratones recibieron una dieta suplementada y luego fueron evaluados mediante pruebas de memoria.
En el Test de Reconocimiento de Objetos (ORT), los ratones fueron expuestos a un objeto conocido y a uno nuevo. Los resultados mostraron que aquellos alimentados con Camembert pasaron más tiempo explorando el objeto nuevo, una señal de memoria de reconocimiento mejorada.
Por otro lado, en el Test de Localización de Objetos (OLT), los ratones alimentados con miristamida también mostraron mejoras significativas en la memoria espacial al buscar objetos reubicados.
Estos efectos fueron más pronunciados con dosis altas de miristamida, lo que sugiere un impacto directo de este compuesto sobre la función cognitiva.
Fermentación y salud cerebral
Más allá del Camembert, el interés por los alimentos fermentados ha crecido debido a su influencia en el eje microbiota-intestino-cerebro. Los fermentos generan moléculas que pueden fortalecer la barrera intestinal, reduciendo la inflamación sistémica y promoviendo un entorno saludable para el cerebro.
De acuerdo con los estudios recientes, alimentos como el kimchi o el kéfir también ofrecen beneficios cognitivos al regular la microbiota y mejorar la comunicación entre el sistema digestivo y el cerebro.
Esto sugiere que el Camembert no solo podría actuar directamente sobre el cerebro, sino también de manera indirecta al optimizar la salud intestinal.
Recomendaciones: los mejores quesos para el cerebro
No todos los quesos tienen las mismas propiedades para la salud cognitiva. Según expertos, quesos fermentados como el Camembert, el brie o el queso azul son especialmente recomendados por su contenido de CLA (ácido linoleico conjugado), un componente asociado con la reducción de la inflamación y la mejora de la función cognitiva. Por otro lado, quesos más procesados, como los de tipo crema o enlatados, pueden tener efectos negativos debido a sus aditivos y grasas trans.
Es importante señalar que, aunque los resultados preliminares son prometedores, aún no hay evidencia concluyente sobre los efectos del Camembert en humanos. Los investigadores han recomendado realizar estudios a largo plazo y con muestras más amplias para confirmar si estos beneficios son aplicables a personas de diferentes edades y condiciones de salud.
Un futuro prometedor
La creciente investigación sobre los compuestos del Camembert y otros quesos fermentados plantea un panorama alentador para la salud cognitiva. Si bien estos hallazgos deben ser validados en humanos, los resultados en animales sugieren que la dieta puede jugar un rol crucial en la prevención del deterioro cognitivo. Mientras tanto, disfrutar de una porción moderada de Camembert podría no solo deleitar el paladar, sino también beneficiar al cerebro.