En el fascinante mundo natural, existen comportamientos y adaptaciones que desafían nuestra comprensión cotidiana. Uno de estos intrigantes fenómenos es la práctica de la ingesta de piedras por parte de ciertos animales. Esta conducta, que a primera vista puede parecer extraña, responde a necesidades biológicas específicas y ofrece interesantes perspectivas sobre la adaptación y supervivencia en diversos entornos
Avestruz
Las avestruces tienen un comportamiento alimenticio peculiar que les ayuda en el proceso de digestión. Estos grandes pájaros ingieren piedras, arena y guijarros, elementos que cumplen una función crucial en su molleja. La molleja es una bolsa interna donde se tritura la comida antes de llegar al estómago, facilitando así la digestión de los alimentos.
Este mecanismo es vital para las avestruces debido a su dieta, que puede incluir materiales duros y fibrosos que necesitan ser descompuestos mecánicamente antes de ser completamente digeridos. La presencia de pequeñas piedras y arena dentro de su cuerpo actúa como una ayuda para moler estos materiales duros y asegura que los nutrientes puedan ser absorbidos de manera más eficiente en el sistema digestivo.
Además, este fenómeno no es exclusivo de las avestruces; otras aves y animales también utilizan materiales similares para ayudar en la digestión. Sin embargo, en el caso de las avestruces, su gran tamaño y las características de su dieta hacen que este comportamiento sea especialmente notable y necesario para su salud.
Cocodrilos
Según la revista Science, un reciente estudio arroja luz sobre la curiosa práctica de cocodrilos de ingerir piedras para facilitar su digestión. Este animales, junto con otros como ciertos pájaros y focas, tragan objetos duros conocidos como gastrolitos. Esta práctica no es nueva, pero ahora se comprende mejor su función y relevancia.
Según investigaciones publicadas en Integrative Organismal Biology, los cocodrilos ingieren estas piedras con diversos propósitos. Los gastrolitos ayudan a triturar la comida dentro del estómago, facilitando la digestión, ya que a pesar de contar con grandes dientes, éstos no son útiles para masticar, sino únicamente para atrapar y desgarrar sus presas en pedazos grandes, los cuales tragan enteros.
Un equipo de investigadores sometió a siete caimanes a pruebas de laboratorio para entender mejor este fenómeno. Los caimanes realizaron un total de 42 inmersiones en el agua, la mitad de ellas después de haber ingerido piedras que representaban aproximadamente el 3% de su masa corporal. “Se pudo comprobar cómo el tiempo de inmersión se incrementó hasta en un 88% después de la ingesta de piedras”, se afirma en el estudio.
Gusanos de los barcos
Según la BBC, un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B ha revelado el descubrimiento de una nueva especie de molusco que ha transformado significativamente su entorno. Este animal, conocido científicamente como Lithoreda abanatica o como gusano de los barcos, fue encontrado en una isla de Filipinas. El hallazgo ha sido destacado por su peculiar capacidad de perforar roca y defecar arena.
El investigador Reuben Shipway, de la Universidad Northwestern en Estados Unidos, encabezó el equipo que descubrió esta especie. Acorde a un comunicado, describió al animal como una “salchicha traslúcida”. A diferencia de los gusanos de los barcos tradicionales, que son moluscos que consumen madera de embarcaciones causando numerosos orificios, el Lithoreda abanatica adquiere su nutrición de la roca.
El trabajo de investigación ha suscitado interés por las implicaciones que podría tener para la comprensión de la biodiversidad y los ecosistemas. La capacidad de estos gusanos para transformar su entorno podría dar lugar a nuevas investigaciones sobre la interacción entre organismos y su medio ambiente. “Los gusanos habían cambiado completamente el ecosistema”, explican los investigadores a la BBC.
Asimismo, este descubrimiento podría tener implicaciones prácticas para la biotecnología y la ingeniería, ya que estudiar cómo estos organismos perforan la roca podría inspirar nuevas tecnologías de perforación eco-friendly. La habilidad única del Lithoreda abanatica para romper y digerir roca con eficiencia proporciona un ejemplo fascinante de adaptación biológica y evolución.