En los Estados Unidos, la autoridad regulatoria de alimentos y medicamentos propuso nuevos criterios para tener en cuenta a la hora de clasificar a los alimentos como “saludables”. Anunció que propuso criterios actualizados en base a las evidencias científicas para identificar cuándo los alimentos pueden llevar en sus envases la declaración de contenido nutricional “saludable”. De esta manera, se ayudará a que los consumidores puedan informarse y elijan mejor los productos que ingieren.
La autoridad regulatoria, conocida por su sigla en inglés como la FDA, explicó que la propuesta de una norma alinearía la definición de la declaración “saludable” con la ciencia nutricional actual, la etiqueta de información nutricional actualizada y las actuales Guías Alimentarias para los estadounidenses.
Ya en varios países de las Américas se emplean sellos con texto en la etiqueta frontal del envase de los productos. Sirven para informar a los consumidores cuando un producto contiene cantidades altas o excesivas de nutrientes críticos, como los azúcares. Estos sistemas son de uso obligatorio en Chile, México, Perú, Argentina, Brasil, Uruguay y Canadá.
La propuesta de la FDA está relacionada con la situación epidemiológica actual y los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de diferentes enfermedades. Hoy se sabe que más del 80% de los estadounidenses no comen suficientes verduras, frutas y lácteos. También se ha descubierto que la mayoría de la gente consume demasiados azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio.
Según la Organización Panamericana de la Salud, alrededor del 44% de las muertes en la región de las Américas – o cerca de 3,1 millones- son causadas por la hipertensión arterial, la hiperglucemia en ayunas, y la obesidad y el sobrepeso. “La mala alimentación se debe en gran medida a la amplia disponibilidad y comercialización de alimentos y bebidas procesados y ultraprocesados que tienen un contenido excesivo de azúcares, grasas y sodio”, ha alertado la agencia sanitaria.
La norma propuesta para los Estados Unidos, según la FDA, “forma parte del compromiso permanente de la agencia de ayudar a los consumidores a mejorar sus pautas de nutrición y alimentación para contribuir a reducir la carga de las enfermedades crónicas y fomentar la equidad sanitaria”. Se formuló tras la Conferencia de la Casa Blanca sobre el Hambre, la Nutrición y la Salud y de la publicación de una estrategia nacional que busca termina con el hambre, mejorar la nutrición y la actividad física, reducir las enfermedades relacionadas con la dieta y cerrar las brechas de disparidad para 2030.
“La nutrición es la clave para mejorar la salud de nuestra nación”, dijo el Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Xavier Becerra. “Los alimentos saludables pueden reducir nuestro riesgo de padecer enfermedades crónicas. Pero demasiada gente puede no saber lo que constituye la comida sana. La medida de la FDA ayudará a educar a más estadounidenses para mejorar los resultados de salud, abordar las disparidades de salud y salvar vidas”, agregó.
La norma propuesta actualizará la definición de declaración “saludable” para tener más en cuenta cómo contribuyen todos los nutrientes de los distintos grupos de alimentos y cómo pueden actuar de forma sinérgica para crear patrones dietéticos saludables y mejorar la salud. Según la definición propuesta, los frutos secos y las semillas, el pescado con alto contenido en grasa (como el salmón), ciertos aceites y el agua, podría tener la clasificación de “saludables”.
“Las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes de tipo 2, son las principales causas de muerte y discapacidad en los Estados Unidos y afectan de forma desproporcionada a los grupos raciales y étnicos minoritarios”, dijo el comisario de la FDA, el doctor Robert Califf. “También puede dar lugar a un suministro de alimentos más saludable”, señaló.
De acuerdo con la definición propuesta, para ser etiquetados con la declaración “saludable” en los envases de los alimentos, los productos tendrían que contener una determinada cantidad significativa de alimentos de al menos uno de los grupos o subgrupos de alimentos (por ejemplo, frutas, verduras, lácteos, etc.) recomendados por las Guías Alimentarias.
También deberán respetar los límites específicos de ciertos nutrientes, como las grasas saturadas, el sodio y los azúcares añadidos. El umbral de los límites se basa en un porcentaje del valor diario (VD) del nutriente y varía según el alimento y el grupo de alimentos. El límite para el sodio es el 10% del VD por porción (230 miligramos por porción). Por ejemplo, un cereal no debería contener más de 1 gramo de grasa saturada, 230 miligramos de sodio y 2,5 gramos de azúcares añadidos.
“Los patrones de alimentación saludable están asociados a una mejor salud, sin embargo, los patrones de alimentación de la mayoría de las personas no se ajustan a las recomendaciones dietéticas actuales”, dijo la doctora Susan Mayne, directora del Centro de Seguridad Alimentaria y Nutrición Aplicada de la FDA. “Además de la acción de hoy, seguimos avanzando en una serie de iniciativas de la FDA y explorando nuevas formas de coordinar, aprovechar y amplificar el importante trabajo que se está llevando a cabo en todo el ecosistema de la nutrición para ayudar a mejorar las dietas de las personas y tener un profundo impacto en la salud de las generaciones actuales y futuras”, explicó.
La adopción de la definición actualizada también puede ayudar a fomentar que se produzcan y comercialicen alimentos más saludables si algunos fabricantes reformulan (por ejemplo, añaden más verduras o cereales integrales para cumplir los criterios) o desarrollan productos que cumplan la definición actualizada.
SEGUIR LEYENDO