En el mundo, hay más de 422 millones de personas con diabetes y existe el riesgo de que su incidencia aumente aún más. En la actualidad, se están descubriendo cuáles son los impactos que el desarrollo de la enfermedad puede implicar en los afectados. Así, científicos de Suecia ahora encontraron por qué esos pacientes tienen más riesgo de tener infecciones recurrentes en el sistema urinario.
El hallazgo fue realizado por investigadores del Instituto Carolina de Suecia. Demostró que el sistema inmune de las personas con diabetes tiene niveles más bajos del péptido antimicrobiano psoriasina, que compromete la barrera celular de la vejiga urinaria. Esa característica aumenta el riesgo de infección del tracto urinario. El estudio se publicó en la revista Nature Communications.
La diabetes es el resultado de la falta de insulina o la disminución de su acción. La insulina es una hormona que regula la glucosa (que es un tipo de azúcar) y, por tanto, la energía de las células. En la diabetes de tipo 1, el organismo deja de producir insulina, mientras que en la de tipo 2, las células se han vuelto menos sensibles a la insulina, lo que contribuye a elevar los niveles de glucosa en sangre. La diabetes es una enfermedad que afecta a la salud de muchas maneras.
Con frecuencia, los signos y síntomas de la diabetes tipo 2 se desarrollan lentamente. De hecho, se puede tener diabetes durante años sin saberlo. Algunos de los síntomas son aumento de la sed, micción frecuente, aumento del hambre, pérdida de peso involuntaria, fatiga, visión borrosa, heridas que tardan en sanar, entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies, entre otros. Si se consulta al médico y se accede al tratamiento integral, se reduce el riesgo de complicaciones de la diabetes.
Uno de sus efectos es que compromete el sistema inmunitario innato. De esta manera deja a muchas personas con una mayor susceptibilidad a las infecciones habituales, como las infecciones del tracto urinario causadas por la bacteria Escherichia coli. En el caso de las personas con diabetes, esas infecciones pueden provocar una intoxicación sanguínea generalizada, la sepsis, que se origina en el tracto urinario.
Los investigadores del Instituto Carolina se preguntaron si los niveles de glucosa en personas con diabetes (tipo 1, tipo 2 o prediabetes) están relacionados con la psoriasina, un antibiótico endógeno que forma parte del sistema inmunitario innato.
Utilizando orina, células de la vejiga urinaria y muestras de suero sanguíneo de los pacientes, los investigadores analizaron los niveles de psoriasina y otros péptidos necesarios para garantizar que la mucosa de la vejiga permanezca intacta y proteja contra las infecciones. Los hallazgos se verificaron después en ratones y en células de la vejiga urinaria con y sin infección.
“Descubrimos que las concentraciones elevadas de glucosa reducen los niveles del péptido antimicrobiano psoriasina, mientras que la insulina no tiene ningún efecto”, explicó Annelie Brauner, profesora del Departamento de Microbiología, Tumores y Biología Celular del Instituto Karolinska que dirigió el estudio.
“Las personas con diabetes tienen niveles más bajos de psoriasina, lo que debilita la función de barrera protectora de las células y aumenta el riesgo de infección de la vejiga”, agregó la investigadora.
El grupo de investigación del profesor Brauner había demostrado anteriormente que el tratamiento con estrógenos restablece la función protectora de las células de la vejiga en humanos y ratones y, por tanto, ayuda a regular la respuesta inmunitaria ante una infección de la vejiga.
Por eso, los investigadores comprobaron cómo afecta el tratamiento con estrógenos a las células infectadas expuestas a altas concentraciones de glucosa. Descubrieron que el tratamiento aumentaba los niveles de psoriasina y reducía las poblaciones bacterianas, lo que indica que el tratamiento puede tener un efecto también entre los pacientes con diabetes.
“Ahora planeamos profundizar en los mecanismos subyacentes de las infecciones en individuos con diabetes”, dijo el autor principal del estudio, Soumitra Mohanty, investigador del mismo departamento del Instituto Carolina. “El objetivo final es reducir el riesgo de infección en este grupo de pacientes cada vez más numeroso”, señaló.
El estudio se ha realizado en colaboración con el Hospital Universitario Carolina, la Región de Estocolmo, Capio y la Universidad de Uppsala en Suecia y la Universitätsklinikum Schleswig-Holstein en Alemania. Fue financiado en gran parte por la Fundación Olle Engkvist, la Región de Estocolmo, la Fundación de Investigación KI, la Sociedad Sueca de Medicina, la Sociedad Sueca de Investigación Médica (SSMF), la Fundación Conmemorativa Clas Groschinsky, la Fundación Åke Wiberg y la Fundación Magnus Bergvall.
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