Burn out de fin de año: el estrés de las madres y padres afecta la salud mental de los hijos

Lo revela un nuevo estudio de la Universidad de Texas que incluye otras afecciones como la ansiedad y la depresión. Por qué recomiendan el tratamiento grupal

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Los investigadores comprobaron la depresión
Los investigadores comprobaron la depresión de una madre o un padre puede volver tóxica la vida familiar (Getty Images)

Cómo los efectos de maternar y paternar influyen en el día a día de los bebés y niños es algo que en términos de psicología se viene hablando hace tiempo. Sin embargo, se carecía de evidencia de la relación bidireccional entre cuestiones de salud mental como la depresión materna y los síntomas de ansiedad o de depresión infantil desde el preescolar hasta la adolescencia, y cómo es que el estrés parental puede tener un efecto mediador en esta asociación.

Aunque no se trata de la única situación de afecciones en la salud mental, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que entre un 3% y un 6% de las mujeres experimentarán el inicio de un episodio de depresión mayor durante el embarazo o en las semanas o meses que siguen al parto.

El 50% de los episodios de depresión mayor posparto comienzan realmente antes del parto. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO) la depresión posparto es un trastorno mental afectivo severo, que afecta hasta al 56% de las mujeres latinas residentes en México y Estados Unidos (donde se realizaron sus últimos estudios) durante los primeros 4 meses tras el nacimiento de su bebé. Según sus cifras, la incidencia mundial alcanzaría al 15% de las parturientas.

Contar con una hoja de
Contar con una hoja de ruta o plan de trabajo ayudará a organizar el año nuevo (Getty Images)

Ahora una nueva investigación publicada en la revista Journal of Affective Disorders confirmó que cuando se trata de la dinámica de la salud mental familiar, todo suele cerrarse. Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en Houston, EEUU, informaron en su investigación que existe una relación bidireccional entre la salud mental de una madre y la de sus hijos.

Los síntomas de salud mental de la mamá influyen en el estado mental de su prole, además, esta influencia también se da de manera inversa. Los síntomas de salud mental del niño tienen un impacto en la madre.

Los autores del estudio examinaron los síntomas de salud mental de madres e hijos durante un período de 10 años para llegar a estas conclusiones. Específicamente, la investigación indica que el estrés de los padres provocado por los desafíos casi inevitables que conlleva la crianza de un niño es el elemento principal que vincula parcialmente la depresión materna con la ansiedad y la depresión infantil.

“Al enfocarnos en dúos de madre e hijo, identificamos que la depresión materna en un momento anterior predijo la ansiedad del niño y los síntomas depresivos en un momento posterior. Además, los niños que experimentaron ansiedad y síntomas depresivos en un momento anterior tenían más probabilidades de tener madres que experimentaron depresión en momentos posteriores”, explicó la autora principal del estudio, Daphne Hernandez, profesora asociada y distinguida de Lee y Joseph Jamail en la Escuela de Enfermería Cizik de la Universidad de Texas del Centro de Ciencias de la Salud en Houston.

Investigadores del Centro de Ciencias
Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, señalaron que existe una relación bidireccional entre la salud mental de la madre, el padre y la de sus hijos (Getty Images)

En las investigaciones se comprobó que la depresión de una madre o un padre puede volver tóxica la vida familiar. El equipo de investigación analizó que esta situación de salud mental materna a menudo conduce a sentirse abrumado por la perspectiva de ser padre. Esto, a su vez, produce hostilidad y falta de calidez dentro del entorno familiar más amplio, lo que finalmente afecta al niño.

Estos hallazgos se basan en datos recopilados para el estudio en curso “Familias Frágiles”que comenzó en 1998 con la intención de analizar las relaciones familiares entre padres solteros y sus hijos. Los autores del estudio creen que este trabajo puede ayudar a alertar sobre posibles mejoras en los servicios de apoyo e intervención destinados a resolver situaciones familiares en las que tanto la madre como el niño están lidiando con la ansiedad y la depresión.

Una intervención dual, en la que tanto la madre como el niño reciben tratamiento juntos, además de sus planes de tratamiento por separado, puede ser un enfoque exitoso para las familias en las que las madres y los niños presentan síntomas de ansiedad y depresión -concluyó Hernández-. Lo más importante es implementar estrategias para reducir el estrés de los padres”.

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