La música es una parte clave del equilibrio de la mente y puede ser uno de los mayores factores curativos para los cerebros y mentes estresados. Es importante para promover el bienestar mental, una piedra angular de la salud del cerebro que requiere el equilibrio de emociones negativas y positivas.
“Desde la música coral del antiguo Egipto hasta las sinfonías clásicas y románticas de los siglos XVIII y XIX, vemos en todas las culturas y épocas la importancia de la música”, explicó James Goodwin es Director de Ciencia e Impacto de la Investigación en la Red de Salud del Cerebro y Profesor Visitante en el Centro de Investigación Ambiental y Ergonómica de la Universidad de Loughborough.
En general, el efecto positivo de la música es el resultado de su impacto en el estado de ánimo y la excitación, y el disfrute del oyente. “Por estado de ánimo, nos referimos a emociones duraderas. Por excitación, nos referimos al nivel de activación fisiológica, la clave para regular la conciencia, la atención, el estado de alerta y el procesamiento de la información”, dice Goodwin.
Un nuevo estudio confirmó que escuchar música ayudó a mejorar el bienestar emocional durante la pandemia de COVID-19 y que las personas pasaron más tiempo escuchando música que antes mientras estaban encerradas.
El documento a cargo de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), Engaging With Music 2021, analiza en profundidad los hábitos de escucha de la música en todo el mundo, y concluye que hubo un aumento en el tiempo dedicado a escuchar música durante la pandemia. Las personas amantes de la música pasaron un promedio de 18,4 horas a la semana escuchándola en 2020, un aumento con respecto a la cifra de 18 horas en 2019.
Según las opiniones de 43.000 personas en 21 países, el estudio más grande de su tipo, que contó con la colaboración de Universidades como las de Cambridge, New York, Yale y Amsterdam, entre otra decena de centros académicos y de investigación, detectaron que los aficionados no solo han estado escuchando más música, sino que también han aprovechado oportunidades para conocer música nueva y experiencias inmersivas. También notaron una preferencia por los géneros locales.
Sonar y aliviar
El estudio se llevó a cabo entre un grupo demográfico representativo de la población en línea, entre los 16 y 64 años en Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Polonia, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos. El estudio también se realizó en China e India, pero los resultados de estos dos países no son incluido en las cifras “globales” debido al tamaño y la naturaleza de estos mercados.
Los investigadores se encontraron con datos relevantes en la salud expresada por los encuestados. Entre las cifras relevadas se supo que el 87% de las personas dijeron que la música les había levantado el ánimo mientras estaban cumpliendo los bloqueos de cuarentena, y el 68% de los jóvenes de 16 a 19 años dijeron que los lanzamientos de sus artistas favoritos los ayudaron a calmarlos en medio de la pandemia.
La investigación concuerda con una encuesta similar realizada por UK Music, que informó en julio que el 57% de los encuestados sentían que la música les había ayudado a sobrellevar el bloqueo.
Una encuesta reciente descubrió que casi una cuarta parte (23%) de los adultos del Reino Unido encontraron que la música era el mayor apoyo para su salud mental durante los bloqueos por coronavirus. Según un informe elaborado por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), el 49,6% de las personas en Gran Bretaña de 16 años o más informaron niveles “altos” de ansiedad entre el 20 y el 30 de marzo de 2020. Esto equivale a más de 25 un millón de personas.
Un estudio realizado en la Universidad de Durham analizó esto mismo y descubrió que la música ayuda a traer buenos recuerdos y la que escuchamos en la adolescencia la que probablemente desencadena los recuerdos más vívidos. Para las personas mayores, fueron las canciones escuchadas entre las edades de 10 y 30 las que tenían más probabilidades de actuar como un disparador para el recuerdo de la memoria.
Otro estudio dirigido por la misma universidad, esta vez en conjunto con la Universidad de Jyvaskyla de Finlandia, encontró que escuchar música triste puede ayudar a regular el estado de ánimo y brindar una sensación de “comodidad, alivio y disfrute”.
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