Siete recomendaciones para pausas más efectivas en el trabajo

Una jornada laboral productiva también incluye poder recuperarse mientras uno se toma una pausa. Pero, en tiempos de pandemia, una comida rápida delante de la pantalla se convirtió en norma para muchos.

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Zum Themendienst-Bericht vom 30. März 2020: Einen allgemeinen Anspruch auf Homeoffice gibt es nicht. Wenn der Arbeitgeber keine entsprechende Vereinbarung getroffen hat, müssen Angestellte weiterhin ins Büro kommen.
Zum Themendienst-Bericht vom 30. März 2020: Einen allgemeinen Anspruch auf Homeoffice gibt es nicht. Wenn der Arbeitgeber keine entsprechende Vereinbarung getroffen hat, müssen Angestellte weiterhin ins Büro kommen.

Una jornada laboral productiva también incluye poder recuperarse mientras uno se toma una pausa. Pero, en tiempos de pandemia, una comida rápida delante de la pantalla se convirtió en norma para muchos.

Sin embargo, simplemente desconectar y volver a recargar energía permite que los empleados realicen su trabajo de manera mucho más efectiva.

A continuación, siete consejos para tomarse pausas realmente efectivas.

Consejo 1: Hacer realmente una pausa

"En primer lugar, básicamente es bueno concretar una pausa", afirma Johannes Wendsche, del Instituto Federal de Protección y Medicina Laboral de Alemania (Baua, por sus siglas en alemán).

Porque, según Wendsche, no son pocos los trabajadores que están tan acaparados por sus tareas en la cotidianidad laboral que creen no tener tiempo para este intervalo.

Una posición equivocada, asegura también Fabian Krapf, del Instituto de Consultoría de Salud Laboral (IFBG) en Constanza. "Una pausa conduce a que posteriormente se pueda cumplir el trabajo con una mayor precisión y una mejor concentración", afirma. E indica que, como resultado, los procesos laborales a posteriori incluso son más efectivos.

Consejo 2: Planificar la pausa, para no olvidarla

Wendsche sostiene que, para que una pausa realmente permita una recuperación, debe estar bien planificada. "La fatiga percibida subjetivamente no es el mejor indicador para interrumpir el trabajo", considera Wendsche.

Cuando las personas están cansadas, su fuerza física o mental ya disminuyó, pero lo ideal es que estén plenamente disponibles para toda la jornada laboral. Por lo tanto, es ventajoso elaborar una lista de tareas al principio del día de trabajo y reservar franjas de tiempo para las pausas.

Además, los trabajadores tienen derecho a tomarse pausas, lo que normalmente también está previsto en la legislación laboral. En Alemania, por ejemplo, quien se desempeñe en tareas durante más de seis horas diarias, puede hacer uso de 30 minutos de descanso. En caso de que la jornada laboral sea de más de nueve horas, serán 45 minutos.

Una pausa, además, se puede dividir, aunque debe tener unidades de un mínimo de 15 minutos. Los intervalos para tomar café o fumar que superen el tiempo habitual estipulado para pausas no cuentan como tiempo de trabajo.

En el caso de labores delante de la pantalla, los empleados o empleadas deben tomarse un breve descanso tras aproximadamente una hora de trabajo.

"En la vida laboral cotidiana se demostró que los trabajadores no tiene que recuperar el tiempo que utilizaron para una breve pausa", apunta Wendsche.

El motivo, agrega, es que estos momentos de descanso aportaron tanta recuperación que los empleados o empleadas luego trabajaron de manera mucho más efectiva y de esa manera recuperaron el tiempo perdido.

Consejo 3: Abandonar el puesto de trabajo para comer

Krapf evalúa que comer rápidamente delante de la pantalla no aporta verdaderamente energía y, mucho menos, distensión. "Es mejor utilizar la fuerza de los contrastes y deliberadamente apartarse del escritorio y sentarse a la mesa a comer". Esto, señala, permite desconectar mentalmente del trabajo.

Además, científicos británicos descubrieron ya en 2010 en un estudio que comer delante de la pantalla no satisface, sino que, por el contrario, posteriormente más bien se siente más hambre. Esto puede tener como consecuencia que se continúe comiendo de manera descontrolada, lo que claramente no resulta sano.

Consejo 4: Hacer algo opuesto al trabajo

Comer y beber forma una parte de la pausa. ¿Y cómo se completa la otra parte? "Lo óptimo es hacer algo opuesto al trabajo", señala Wendsche.

Por eso, quien pase toda su jornada laboral delante de un monitor, hará bien en moverse. Esto puede ser, por ejemplo, al optar por un paseo al aire libre.

Sin embargo, no existe ninguna receta definitiva para organizar las pausas. "A algunas personas les gustan los ejercicios de estiramiento en el lugar de trabajo, otras salen a correr un rato y hay quienes prefieren escuchar música en sus smartphones para concentrarse y rendir mejor", dice Krapf.

Consejo 5: Realizar una pequeña siesta

Krapf indica que también una pequeña siesta puede proporcionar "grandes cantidades de energía". Algunas empresas brindan a sus empleados y empleadas cuartos especialmente adecuados para este fin.

"Pero esta pausa para dormir no debe durar más de 15 minutos", aclara. Y aconseja a los trabajadores que se pongan una alarma de despertador.

Consejo 6: Incorporar ejercicios de atención

Durante una pausa también pueden incorporarse pequeños ejercicios de atención. "Alcanza con inspirar y exhalar conscientemente y sentir la respiración en el cuerpo", explica Krapf. Ya solamente con estos ejercicios se puede reducir el estrés, asevera.

Consejo 7: Hacer algo satisfactorio

Es ideal que lo que los empleados y empleadas hagan durante la pausa algo que les satisfaga, para que puedan desconectar del trabajo.

"A nivel plenamente teórico, esto puede ser utilizar la pausa del mediodía para ir a comprar o retirar a los niños de la guardería", comenta Wendsche.

Pero, para que este tipo de intervalo no derive en otro factor de estrés, y permita verdaderamente una recuperación en el sentido de desconectar del ámbito laboral, es importante estar a tiempo.

"Si se llega tarde por el motivo que sea, ya no resulta un buen descanso, sino una presión realmente insana", agrega el experto.

dpa

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