¿Alimentarse como en la Edad de Piedra? Una revisión de la paleodieta

No en vano se la denomina paleodieta, ya que a la mesa llegará solamente lo que las personas podían recolectar y cazar durante el Paleolítico.

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GRÁFICO - Carne, pescado y
GRÁFICO - Carne, pescado y una buena porción de verduras conforman la base de la paleodieta. Foto: dpa-infografik GmbH/dpa

No en vano se la denomina paleodieta, ya que a la mesa llegará solamente lo que las personas podían recolectar y cazar durante el Paleolítico.

Así, el menú de comidas se compone principalmente de verduras y frutas, y se privilegian las bayas, así como las semillas y los frutos secos. A esto se suman huevos, pescado y carne.

En cambio, se evitan los cereales, la leche y los productos lácteos y el azúcar. Las legumbres solamente se consumen remojadas, calentadas, fermentadas o germinadas, si es que se consumen.

La composición nutricional aproximada es de un 30 por ciento de proteínas, un 40 por ciento de grasas y un 30 por ciento de hidratos de carbono.

Por lo tanto, la dieta paleo es rica en proteínas y grasas, pero baja en carbohidratos. A continuación, lo que esto significa para nuestro cuerpo y su rendimiento:

¿Composición genética como en la Era de Piedra?

"Los seguidores de la paleodieta creen que la alimentación de entonces también tiene un efecto positivo sobre la salud hoy en día", afirma Astrid Donalies, portavoz de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE).

El concepto nutricional se basa en la suposición de que los seres humanos siguen adaptados genéticamente a la alimentación del Paleolítico y que la elección de los alimentos debe basarse en esto. Por tanto, asume que la "comida de la civilización" moderna no resulta saludable para el ser humano.

La nutricionista Donalies considera que esta postura entraña algo realmente cierto: la (mala) alimentación actual es en parte responsable de enfermedades como las caries, la obesidad, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares.

El bajo consumo de calorías ayuda a perder peso

Si bien Pedro Picapiedras no es precisamente conocido por su pequeña barriga, "la paleodieta efectivamente puede ayudar a bajar de peso", dice Donalies. Y esto se explica sobre todo por el reducido consumo de calorías.

También se discute si la dieta paleo puede influir positivamente en el metabolismo de la insulina y de las grasas e incluso conducir a una menor mortalidad por enfermedades cardíacas y vasculares. Sin embargo, aún faltan estudios a largo plazo.

"Lo positivo es que en esta dieta se pone mucho valor en los alimentos poco procesados", indica Donalies. Y también es beneficioso, recalca, que el foco se ponga en alimentos regionales o disponibles durante la estación reinante.

Añade que, en general, el cuerpo se ve bien provisto de proteínas y valiosos ácidos grasos, pero no siempre de calcio, yodo y vitamina D, que puede ser necesario complementarlos.

Numerosos platos son "paleo"

En concreto, un día "paleo" moderno puede constar de lo siguiente: 

Para desayunar, cereales a base de semillas, frutos secos y bayas y leche vegetal. Dependiendo de la interpretación estricta que se haga del concepto "paleo", también puede considerarse un yogur de alta calidad elaborado con leche de oveja o de cabra.

Para el almuerzo, unos espárragos con salsa holandesa y boniatos, por ejemplo, o una ensalada verde con aguacate y huevo, llenan el estómago. Es importante utilizar aceites de alta calidad prensados en frío.

Por la noche, por ejemplo, puede servirse pan reducido en carbohidratos o sopa de pollo casera con pollo y verduras. Entremedio, se pueden consumir tentempiés como frutos secos, fruta o barritas caseras hechas con frutos secos, semillas y miel.

El jarabe de arce también está permitido como edulcorante. Pero el café, los pasteles y las pastas dulces de levadura son tabú.

Sin embargo, cualquiera que estudie el concepto nutricional se dará cuenta rápidamente de que muchas recetas son "paleo" de todos modos o pueden modificarse con facilidad.

Un bistec o un pescado con verduras, por ejemplo, pueden incorporarse sin problemas a la dieta. La pizza puede prepararse completamente sin cereales, por ejemplo, con una base de coliflor rallada, y cubrirse con verduras.

Se activa el metabolismo lipídico

Pero, ¿tendremos un mejor rendimiento al entrenar gracias a una dieta de la Edad de Piedra?

"Todavía no se sabe realmente si por ejemplo el cuerpo rinde más en el deporte cuando la persona se alimenta según el principio paleo", dice la profesora Christine Joisten, médica especialista en nutrición y deporte. También en este caso faltan los estudios pertinentes.

Pero sí existe una certeza: una dieta cetogénica como la paleo llevó a jugadores de fútbol a perder masa grasa, sin reducir masa ni fuerza muscular de manera significativa. Esto es positivo para los atletas, dice Joisten, que trabaja en la Escuela Superior de Deportes de Alemania en Colonia (DSHS).

Las dietas cetogénicas provocan un estado de cetosis en el organismo, también conocido como "metabolismo lipídico". Esto significa que si se le da al cuerpo más grasas de alta calidad y al mismo tiempo menos carbohidratos, empieza a quemar masa grasa y no carbohidratos, especialmente en combinación con ejercicio físico.

Por lo tanto, quien quiera bajar de peso, pero en lo posible perder poca masa muscular, puede aprovechar este efecto. El cambio dietético hacia la "paleo" se complementa mejor con un programa de ejercicios adaptado a una dieta cetogénica.

De este modo, puede asimismo aumentar su fitness cardiovascular, es decir, la eficacia con la que el corazón bombea sangre y oxígeno a través del cuerpo, importante, por ejemplo, para carreras más largas. Si se sigue una dieta cetogénica, por ejemplo paleo, se puede correr más rápido y durante más tiempo.

Adaptar la alimentación individualmente a las metas deportivas

Joisten tiene dudas acerca de que deba mantenerse la alimentación paleo a largo plazo. "Especialmente para los deportistas, los carbohidratos son indispensables a largo plazo. Su cuerpo los necesita para poder llegar a las reservas de grasa", señala.

Por lo tanto, una dieta cetogénica permanente no es necesariamente recomendable para los deportistas. Es mejor adaptar la dieta al tipo de deporte y al plan individual de entrenamiento, competición y fase de regeneración.

La nutricionista Donalies, de la DGE, apunta además que el consumo relativamente elevado de carne de la paleodieta también resulta problemático para la salud y el medio ambiente.

Otra cosa que hay que tener en cuenta, según la experta, es que si se limita la selección de alimentos, aumenta el riesgo de carencias de nutrientes.

En resumen, quien quiera seguir una dieta paleo moderna de forma sana y variada, debe conocer bien la modalidad de la alimentación y mejor consultar a asesores o asesoras certificados en la materia.

dpa

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