Durante el embarazo, las futuras madres no deberían ingerir sushi, leche cruda o tiramisú. Pero a partir del día del nacimiento del bebé, las flamantes mamás ya no deben renunciar a nada de esto, aseguran expertos alemanes. Las salmonelas en el huevo crudo o el pescado fresco, así como una toxoplasmosis provocada por carne no del todo cocida, ya no pueden afectar al bebé durante el periodo de lactancia. Tampoco es malo tomar dos tazas de café por día, siempre y cuando estas no se beban inmediatamente antes de amamantar. La diversidad de sabores marca el gusto de los bebés Una alimentación equilibrada es ahora importante, porque cuanto más variado coman las madres que están dando el pecho, más curioso será el niño más adelante para recibir diferentes alimentos: todo lo que mamá come influye en el sabor de la leche materna y puede marcar el gusto futuro del bebé. Sin embargo, hay una excepción: es conveniente seguir evitando el alcohol, porque este pasa a la leche materna. Entonces, ¿ni siquiera un brindis? En ocasiones especiales, está permitido, siempre y cuando la madre amamante al niño o se saque leche poco antes de beber. Entonces, dicen los expertos, el cuerpo tiene tiempo hasta la siguiente vez que se amamante para descomponer el alcohol. dpa