Las piernas no logran estar tranquilas y su dueño tampoco. El síndrome de las piernas inquietas (restless legs syndrome, RLS) no solamente afecta a adultos, sino también a niños y jóvenes. "Cuando se acuestan por la noche, los niños desarrollan alteraciones vagas y difusas de la sensibilidad, por lo general en la profundidad de las piernas, que describen como ardor, picor, zumbido o 'como una bebida gaseosa en las piernas', entre otras cosas", explica el pediatra Ulrich Fegeler, de la Asociación Profesional de Pediatras y Médicos de Adolescentes de Alemania. Y, al mover las piernas, esta sensación desagradable que experimenta la persona afectada disminuye. Distintas causas pueden esconderse detrás de las piernas inquietas. En primer lugar, parecen desempeñar un rol destacado los genes. Pero también niveles bajos de hierro o medicación para la depresión o las alergias pueden provocar este síndrome. Según indica el pediatra Fegeler, se lo considera una perturbación del sueño. Por lo tanto, se trata de que las familias encuentren junto al pediatra medidas que logren mejorar el sueño. Sin embargo, prácticamente no existen medicamentos que puedan ayudar a los niños que padecen de piernas inquietas. Pero horarios regulares de sueño, suficiente movimiento durante el día y compresas frías o masajes a la hora de ir a dormir pueden paliar las molestias. dpa