En las calles de Múnich, Alemania, Guido Sartoris, un DJ argentino y creador de contenido, se encontró con algo que pocos esperarían durante un viaje laboral: una ducha transparente en medio de su habitación compartida. Este inesperado descubrimiento dio origen a un video que acumula más de 270 mil “me gusta” y más 1,8 millones de reproducciones en las redes sociales, despertando risas, comentarios irónicos y debates sobre la privacidad.
El video de un minuto comienza con una descripción entusiasta de la habitación. Sartoris la califica como “linda”, “grande” y “acogedora”, destacando la luz natural que entra por las ventanas. Pero pronto, el tono cambia: “El problema que tiene es que... ¿Amigo, en qué momento? ¿En qué momento? O sea, vos estás acá... Bueno, me voy a pegar una ducha. No, no da. No da”. Con un humor ácido, Guido cuestiona cómo algo tan elemental como la privacidad puede ser ignorada en el diseño de una habitación.
La particularidad del diseño —dos camas individuales y una ducha completamente transparente en el mismo espacio— encendió la creatividad de los usuarios de redes sociales. En diálogo con Infobae, Guido contó que todas las habitaciones del hotel eran iguales, que ese era el estilo. “Nuestra estadía fue únicamente una noche y ni siquiera dormimos, terminamos de trabajar y nos fuimos directo al aeropuerto”, recuerda el joven.
Comentarios como “Si se duchan juntos será menos incómodo” o “Los del trabajo: estos dos creo que tienen onda, voy a hacerles un favor”, reflejan cómo el público encontró humor en una situación que, para Guido, era incómoda. La ironía llegó incluso a cuestionar el propósito del diseño: “Tiene 2 camas individuales. ¿Por qué tiene una ducha así?”.
En la descripción del video, Sartoris agregó un toque divertido: “No quedó opción que obligar al otro a fumar un pucho cada vez que alguien se quería bañar”. Este detalle dio lugar a una imagen vívida de los turnos improvisados para preservar algo de privacidad en medio del absurdo.
El video generó confusiones. Algunos usuarios asumieron que Sartoris y su compañero trabajaban para una empresa que los había alojado en el lugar. Ante esto, Guido aclaró: “Somos DJs, no existe tal empresa. Existen los promotores de cada fiesta”. Este comentario también dio una mirada a la vida detrás de escena de quienes trabajan en eventos musicales, donde la logística muchas veces depende de las decisiones de los organizadores.
El video de Guido Sartoris no solo refleja una experiencia singular, sino también la capacidad de convertir una incomodidad en una anécdota viral. Entre risas, debates sobre privacidad y observaciones curiosas, este DJ argentino dejó en claro cómo un diseño peculiar puede unir a millones en un espacio compartido: las redes sociales.