El inicio del Año Nuevo, tradicionalmente celebrado con fuegos artificiales en muchas partes del mundo, se convirtió en horror para una pareja en Navegantes, estado de Santa Catarina, Brasil. Bianca Miranda, una mujer de 27 años oriunda de Porto Alegre, sufrió quemaduras graves en el pecho y la mano cuando fue alcanzada por un artefacto pirotécnico mientras observaba el espectáculo desde la ventana de un departamento alquilado.
El incidente ocurrió durante los primeros minutos del 2025, cuando la pareja, que había organizado la velada para disfrutar de los festejos, se disponía a grabar el momento. Según reportaron medios locales, Bianca y su esposo, Victor Frasca, se encontraban asomados a la ventana, admirando el espectáculo y grabando con su teléfono móvil colocado en un trípode. Lo que parecía una celebración inolvidable terminó en gritos de desesperación y una visita urgente al hospital.
El desafortunado accidente fue captado en video, mostrando cómo un proyectil desviado impactó directamente en el pecho de Miranda. Las imágenes muestran cómo las llamas atravesaron su vestido, mientras ella intentaba apagar el fuego con sus propias manos, sufriendo así quemaduras adicionales.
La pareja había alquilado el apartamento específicamente para disfrutar de la vista privilegiada hacia los fuegos artificiales, una tradición en muchas ciudades brasileñas. “La idea era tener un recuerdo especial de esta fecha”, declaró Frasca a medios locales tras el incidente. Sin embargo, lo que prometía ser un momento para celebrar el Año Nuevo se transformó en una experiencia traumática.
El grave episodio no solo causó daños físicos a Miranda, sino que también evidenció los peligros inherentes al uso de pirotecnia en entornos urbanos. Aunque los fuegos artificiales son parte integral de las festividades en Brasil, los riesgos que implican, especialmente en espacios densamente poblados, suelen subestimarse.
Según Frasca, la prioridad inmediata fue trasladar a Miranda al hospital más cercano. “Nos tomó alrededor de media hora encontrar el hospital, pero recibimos una excelente atención”, comentó. La mujer fue ingresada de urgencia en el Hospital Nossa Senhora dos Navegantes, donde recibió tratamiento para quemaduras de tercer grado en el pecho y de segundo grado en la mano.
En declaraciones a la prensa local, Miranda describió los momentos de angustia tras el impacto del proyectil. “Estaba desesperada. El vestido se pegó a mi cuerpo, y tuve que meterme bajo la ducha para intentar aliviar el dolor”, explicó. Además, mencionó que quemó su mano mientras intentaba apagar el fuego.
El equipo médico administró analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos para mitigar los efectos de las lesiones. También brindaron instrucciones sobre los cuidados posteriores necesarios para su recuperación. Aunque Miranda se encuentra fuera de peligro, el proceso de curación será largo y doloroso.
Este incidente ha generado un debate sobre la seguridad de los espectáculos pirotécnicos en áreas residenciales. Aunque las celebraciones con fuegos artificiales son comunes en Brasil, no siempre se toman las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de los espectadores.
No se ha informado si las autoridades locales han iniciado una investigación sobre el accidente o si se buscarán responsables. Sin embargo, el caso pone de relieve la necesidad de una regulación más estricta sobre el uso de pirotecnia, especialmente en zonas urbanas.
Para Miranda y Frasca, el comienzo del 2024 será recordado no por la celebración, sino por el trágico accidente que marcó su noche. Mientras continúa su recuperación, el caso de Miranda sirve como un recordatorio de los peligros asociados a los fuegos artificiales y de la importancia de reforzar las medidas de seguridad en este tipo de eventos.
Este incidente se suma a otros registrados durante las festividades que también se difundieron en las distintas redes sociales y se hicieron virales, evidenciando la necesidad de un debate global sobre el uso de pirotecnia en las celebraciones masivas.