Un restaurante en España se encuentra en el centro de un intenso debate en las redes sociales luego de cobrar a un grupo de comensales por tres menús que no fueron consumidos. Según informó el usuario Soy Camarero en X (antes Twitter), el conflicto surgió cuando un cliente dejó una reseña negativa en Google, calificando con una estrella al establecimiento. En su comentario, el usuario expresó su descontento porque, tras haber reservado para 18 personas, solo asistieron 15, y el restaurante les cobró los tres menús restantes sin haber servido la comida correspondiente.
El episodio generó una ola de opiniones divididas entre quienes apoyaban la postura del restaurante y los que consideran que la medida fue desproporcionada.
De acuerdo con la reseña publicada por el cliente, el grupo no fue informado previamente de que se les cobraría por los menús de las personas ausentes. “Nos cobraron el menú de tres personas que faltaron, pero esa comida y bebida no estaba ni en la mesa ni nos la dieron posteriormente. Me ha parecido un engaño y no volveré”, escribió el usuario, quien también señaló que la situación los dejó “helados”. Este comentario desató una respuesta directa por parte del restaurante, que no tardó en defender su decisión y ofrecer su versión de los hechos.
El comercio, en su réplica, explicó que la comida para los 18 comensales ya había sido preparada antes de que el grupo llegara al local. “Helados nos quedamos nosotros cuando al sentarse en la mesa vemos que faltan tres personas sin previo aviso”, respondió el establecimiento en la misma plataforma.
Según detallaron, al tratarse de un menú cerrado y específico para un evento, los clientes debían hacerse responsables del coste total, independientemente de la asistencia final. Además, aseguraron que toda la comida preparada fue servida, incluyendo los postres correspondientes a las tres personas ausentes, que se colocaron en el centro de la mesa para que los presentes pudieran consumirlos.
La controversia no tardó en trasladarse a las redes sociales, donde usuarios de X comenzaron a debatir sobre la legitimidad de la medida adoptada por el restaurante. Algunos defendieron al establecimiento, argumentando que es común en eventos con menús cerrados que se cobre por el número de personas reservadas, ya que la planificación y preparación de los alimentos se realiza con antelación. Otros, sin embargo, criticaron la falta de comunicación por parte del restaurante, señalando que los clientes deberían haber sido informados de esta política antes de realizar la reserva o, al menos, al momento de llegar al lugar.
Entre los comentarios destacados en las redes sociales, un usuario planteó dudas sobre cómo se manejó la comida de los tres menús no consumidos. “Creo que hubiera estado bien explicar que pondrían en la mesa la comida de los 18. ¿La distribuyeron entre los 15 platos? ¿Salió en bandejas y los comensales se iban sirviendo?”, cuestionó. Este tipo de interrogantes refleja la falta de claridad en la comunicación entre el restaurante y los clientes, lo que ha contribuido a la controversia.
El restaurante, por su parte, intentó zanjar el asunto con un mensaje final en su respuesta a la reseña. “Pueden hablar de esto o pueden hablar de lo bien que comió la gente con alergias e intolerancias alimenticias. Basta ya de críticas frívolas y miremos un poco más hacia nosotros como clientes”, concluyó el establecimiento, sugiriendo que los comensales deberían reflexionar sobre su propia responsabilidad en la situación.
El debate continúa abierto en redes sociales, donde las opiniones siguen divididas. Mientras algunos usuarios consideran que el restaurante actuó de manera correcta al proteger sus intereses, otros creen que la falta de comunicación previa fue un error que afectó negativamente la experiencia del cliente. Lo que es indiscutible es que este caso puso en evidencia la importancia de la comunicación clara y efectiva entre los establecimientos y sus clientes, especialmente en situaciones que involucran reservas y compromisos financieros.