Fue a estudiar a la biblioteca para estar tranquila y terminó envuelto en una escena navideña que nadie esperaba

La calma fue interrumpida por un inesperado espectáculo que desató risas y debates en las redes sociales

Cuando el espíritu navideño no respeta el silencio en una biblioteca universitaria (Freepik)

Cuando se busca concentración y silencio absoluto, una biblioteca parece la opción más obvia. Pero en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), el concepto de tranquilidad fue sacudido al ritmo de una pandereta y “Los Peces en el Río”. La usuaria de TikTok @Elennacs fue testigo y protagonista de este inesperado episodio navideño, que ya acumula más de 200.000 reproducciones y alrededor de 32.000 “me gusta”.

Todo sucedió mientras Elena intentaba concentrarse en la mesa del recinto; de repente, por la puerta apareció algo más que libros y estudiantes cargados de café: un grupo de hombres y mujeres disfrazados, incluyendo nada menos que a los Reyes Magos, decididos a romper la rutina con villancicos para celebrar la época navideña.

La creadora del video capturó el momento exacto en el que el lugar se transformó en un escenario improvisado. “Me voy a la biblioteca que me concentro mejor”, escribió la joven de forma irónica en el clip.

El video generó reeacciones de todo tipo en las redes sociales (TikTok: @elennacs)

Los comentarios, como era de esperarse, no se hicieron esperar. “Cosas de la UCAM, supongo”, “Para el ruido que hay en esa biblioteca habitualmente, no hay mucha diferencia”, Menos mal que en mi biblioteca solo pueden entrar universitarios" y “Literalmente mis padres poniendo los villancicos de Bisbal mientras intento estudiar”, son algunos de los mensajes.

La biblioteca, tradicionalmente considerada un santuario de la calma, se convirtió en un campo de batalla entre risas, aplausos y la incomodidad de aquellos que realmente estaban allí para estudiar. Aunque algunos lo vieron como un simpático toque festivo, otros no pudieron evitar preguntarse si los Reyes Magos no podrían haber elegido un lugar menos solemne para repartir su alegría.

Al final, la escena se divide entre quienes ven la interrupción como una chispa de humor y quienes lo consideran una falta de respeto al entorno de estudio.