Las mascotas se volvieron verdaderos compañeros de vida, capaces de brindar compañía, amor y apoyo incondicional a sus dueños en todo momento. Ya sea durante las tareas cotidianas, en los momentos de descanso o en los más complejos, los animales a menudo demuestran una conexión única con quienes los cuidan. Esta relación especial quedó reflejada en el TikTok de @caroantoniazzi que tuvo 1,4 millones de reproducciones y más de 281 mil “me gusta”. En él, la mujer argentina mostró cómo su gata la acompañaba mientras cocinaba un bizcochuelo.
La pareja de Carolina la grabó en la cocina, sentada frente al horno. La situación, que podría haber sido una más en la rutina diaria, se volvió especial gracias a la inusual ayuda de “Rochi”, que, con una pata sobre la manija del aparato, intentó colaborar en el proceso. La protagonista del video explicó que la perilla del horno se había roto, y ella debía mantenerla apretada para evitar que se apagara mientras se cocinaba la torta. “Tengo ayuda”, dijo la creadora de contenido entre risas, mientras su mascota permanecía al lado de ella, inmóvil y concentrada en la tarea.
Comentarios del TikTok: “El gato tenía antojo de bizcochuelo”
El video se convirtió rápidamente en un fenómeno viral, con cientos de comentarios que destacaron el amor y la complicidad entre la mujer y su mascota. Los usuarios se divirtieron con el accionar del animal, interpretando con humor su intento de contribuir: “El gato rezando para que se cocine rápido el bizcochuelo” o “El gato: obvio que ayudo, estoy antojado de bizcochuelo”.
Algunos incluso sugirieron que la gata pensaba sobre el hombre que grabó el TikTok: “¿Por qué no ayudas en vez de filmar? ¡Trae un palo o algo!”. También destacaron la calma de Carolina en el clip: “El tono de la mujer al hablar, que tranquilidad”, a lo que ella respondió: “Es que ya llevaba media hora en esa posición, ya me había cansado”.
Rosita: más que una gata, una sombra
Carolina, en diálogo con Infobae, explicó que su gata, una persa cálico de dos años llamada Rosita, es extremadamente demandante y no la deja sola ni un segundo: “Es muy dulce e inteligente, cocinamos el bizcochuelo durante 40 minutos y ella estuvo ahí más de 25 minutos ayudándome, hasta que se quedó dormida”.
Según Antoniazzi, su mascota es curiosa y siempre la sigue a todos lados, incluso en la ducha o cuando está trabajando: “Cuando cocino, la tengo que bajar de la mesada porque quiere estar viendo todo el proceso, y lo del horno fue porque se quería subir a mi regazo”. Además, agregó: “Hace cosas graciosas todo el tiempo”, destacando que es normal en su raza, ya que los gatos persas suelen tener este comportamiento.