Las mascotas tienen una notable capacidad para adaptarse a las rutinas de los seres humanos e incorporar hábitos que, con el tiempo, se convierten en parte de su día a día. Desde acudir al sonido de una puerta abriéndose hasta reconocer los horarios de las comidas, estas conductas reflejan cómo los animales logran sincronizarse con quienes los cuidan.
Un ejemplo perfecto de esta interacción cotidiana quedó plasmado en un video viral de TikTok, donde Oliva, la gata del creador de contenido argentino y DJ Guido Gabriel Sartoris, apareció al escuchar el sonido del pote de queso crema abrirse, un ritual que ya forma parte de su desayuno compartido.
El clip, que superó las 640 mil reproducciones y tuvo más de 96 mil likes, comenzó con Guido en su cocina explicando: “Les voy a mostrar algo que pasa todas las mañanas. Yo en este momento no sé dónde está mi gata. Puede estar en el patio, en el techo o en la casa del vecino”. Después, abrió un pote de queso crema y, casi como un acto de magia, Oliva apareció de inmediato en la ventana de la cocina, bajando ágilmente para reclamar su “dosis diaria”. Entre risas, Guido la recibió: “¿Qué querés, pedazo de plaga? ¿Dónde estabas?”.
Reacciones y debate en los comentarios
El video generó una ola de comentarios de usuarios que no solo se divirtieron con la rapidez y precisión de Oliva, sino que también expresaron preocupación por su seguridad: “No la dejes salir, es muy peligroso, un día no va a volver”, escribió un usuario, mientras que otros compartieron experiencias similares con sus propias mascotas: “Los míos vienen cuando escuchan que abro la heladera o el microondas”.
Ante las inquietudes, Guido respondió en los comentarios aclarando que Oliva no sale a la calle y que su acceso se limita al patio, el techo y la casa de su vecino. “Es bastante miedosa y no se va más allá del techo”, aseguró.
La rutina de Oliva
En diálogo con Infobae, Sartoris explicó que esta curiosa costumbre nació poco después de que su mascota llegara a su casa, hace tres años. Según relató, el queso crema es único en su efecto: “Con otros sonidos, como el timbre o cuando abro la puerta, no reacciona igual”.
Guido también contó cómo maneja el acceso de su gata al exterior: “Le abro la ventana apenas me despierto, alrededor de las 7 de la mañana. Ella sale, yo me baño y después viene la parte del desayuno. Durante el día está mayormente en el patio. Cuando oscurece, tipo 20:00, cierro la ventana. Si alguna noche queda afuera, dejo la ventana abierta para que entre cuando quiera”.
Respecto a los riesgos, el DJ aseguró sentirse tranquilo: “Mis vecinos no tienen perros y Oliva no se lleva bien con otros gatos, así que ni ella se va lejos ni vienen otros gatos al patio. Me gusta que los gatos tengan libertad, pero siempre en un contexto cuidado”. Solo queda una duda: qué sucederá el día en que Guido no decide desayunar las tan ansiadas tostadas con queso crema.