El aeropuerto de Posadas fue testigo de un gesto que se convirtió en un fenómeno viral. Thalía del Valle, tras dos años de relación con Federico, decidió romper con los convencionalismos y dar el gran paso: le propuso matrimonio en un reencuentro lleno de emociones, después de que él regresara de un viaje a Tierra del Fuego, su tierra natal. Este momento, capturado en video, conmovió a los presentes, pero también desató un debate en las redes sociales acerca de las propuestas de matrimonio y los roles de género en la actualidad.
La banda sonora del amor
Para darle un toque aún más especial al momento, Thalía escogió como fondo musical la canción “Tattoo”, del cantante chileno Kevin Vásquez. Este tema, cargado de romanticismo, enmarcó la propuesta con versos que resonaron profundamente en la atmósfera del lugar:
“Si hay violines, si hay ángeles, si hay estrellas, baby, ahí estaré. Ya no me importan los demás, cuándo realmente quiero amar. Lo que importas eres tú, te llevaré como un tattoo”.
La letra, con su mensaje de amor eterno y entrega total, capturó perfectamente la emoción del momento. Este detalle reforzó la conexión especial entre la pareja, dejando una huella en quienes presenciaron la escena y en los miles que luego verían el video en redes sociales.
El lugar del aeropuerto, normalmente asociado con despedidas y encuentros, se transformó en un escenario cargado de simbolismo para la pareja. Thalía organizó el espacio con un mensaje escrito en papeles en el piso que decía: “¿Te querés casar conmigo?”. Con una rosa y un anillo en mano, esperó a Federico, quien al llegar primero la vio a ella y después leyó la propuesta. Su reacción de sorpresa rápidamente dio paso a la emoción: Thalía se arrodilló, y él, visiblemente conmovido, la abrazó, la besó y aceptó el anillo con un firme gesto de afirmación.
Impacto viral en redes sociales
El video de la propuesta, cargado de romanticismo y autenticidad, se convirtió rápidamente en un fenómeno viral. Con más de 900 mil reproducciones y 100.000 likes, la escena capturó la atención de usuarios de todas partes del mundo. En los comentarios, las reacciones fueron tan diversas como apasionadas. Algunos aplaudieron la valentía de Thalía al tomar la iniciativa y romper con las expectativas tradicionales, mientras que otros admitieron preferir ser solo espectadores de este tipo de gestos.
Entre los comentarios más destacados se encontraban frases como: “Aquí sí prefiero ser espectadora” y “¿Por qué lo toman como algo anormal que una mujer le pida al hombre? No se trata de género, se trata de quién quiere hacerlo”. Sin embargo, también surgieron posturas más críticas, recordando viejas tradiciones como: “Dice mi abuelo que en sus tiempos el hombre pedía matrimonio a su novia”.
El acto de Thalía también desató un debate más profundo sobre los roles de género en las propuestas de matrimonio. Para algunos, su gesto fue un símbolo de empoderamiento y modernidad, desafiando la norma de que solo los hombres deben dar el primer paso en este tipo de compromisos. “No saben si la otra persona no tiene idea de cómo hacerlo o si necesita un empujón. Es cuestión de iniciativa”, argumentó un usuario, defendiendo la idea de que estas decisiones no deberían estar condicionadas por el género.
Por otro lado, las críticas reflejaron cómo persisten concepciones más tradicionales. Algunos consideraron que un gesto así era “rebajarse”, dejando entrever cómo las dinámicas de género aún están profundamente arraigadas en ciertas percepciones sociales.