Durante décadas, los nombres más codiciados en el mundo de los automóviles de lujo eran Ferrari, Bugatti y Lamborghini. Estas marcas representaban lo máximo en velocidad, exclusividad y diseño. Sin embargo, en los últimos años, un nuevo competidor ha ganado terreno rápidamente en este mercado, los modelos eléctricos de Tesla. Si bien estos fabricantes de coches exóticos continúan teniendo un lugar especial en el corazón de los entusiastas del motor, la empresa de Elon Musk, ha irrumpido con una propuesta diferente: tecnología de punta y sostenibilidad.
En este nuevo escenario, un joven norteamericano de 18 años llamado Winston decidió emprender un proyecto ambicioso: crear el Tesla Model 3 más barato de Estados Unidos. Con su pasión por los coches eléctricos y su conocimiento autodidacta de la tecnología de la empresa, el joven buscó una forma accesible de poseer uno de estos vehículos. Pasó horas estudiando y enseñándose a sí mismo toda su tecnología. Para hacer realidad su plan, compró en una subasta de la aseguradora Geico un Tesla Model 3 del año 2018 destrozado por tan solo 15.000 dólares, una fracción del precio de mercado de un vehículo nuevo.
Este primer paso marcó el inicio de un proyecto que comenzó en 2022 en el garaje de su familia, con la idea de revivir el auto por una fracción del costo de uno nuevo. El joven estadounidense documentó su viaje en el canal de YouTube Winston´s Garage.
Tesla: de cero a cien
El Tesla Model 3 estaba visiblemente dañado, con una serie de problemas estructurales y mecánicos que requerían atención inmediata. El coche era solo chatarra, y la aseguradora lo había declarado siniestro total. A pesar de esto, Winston veía potencial en el vehículo.
El primer paso fue realizar una evaluación exhaustiva de los daños. Esto incluyó revisar tanto el exterior del coche como el sistema interno y eléctrico. El objetivo era identificar qué piezas podían ser reparadas y cuáles debían ser reemplazadas por completo.
Tras realizar la evaluación, Winston comenzó a comprar las piezas necesarias para las reparaciones. Invirtió unos 9.000 dólares en materiales, que incluían desde componentes del sistema de suspensión hasta paneles de la carrocería, tal y como explicó en su canal de Youtube.
Winston se dedicó a la reparación del chasis y las partes más dañadas del vehículo. Esto incluía el reemplazo de paneles de la carrocería, la reparación de los ejes dañados, y la restauración del sistema de suspensión. Gran parte de este trabajo fue realizado a mano, lo que implicó muchas horas de trabajo minucioso para alinear correctamente las piezas y asegurar que el coche pudiera ser conducido con seguridad.
Una de las tareas más complejas fue la restauración del avanzado sistema eléctrico de Tesla. Los vehículos eléctricos dependen en gran medida de su batería y sistemas de gestión de energía, por lo que Winston tuvo que asegurarse de que todo funcionara correctamente. Además, se enfrentó al desafío de integrar nuevos componentes eléctricos compatibles con el sistema original del Model 3.
Con el exterior y la mecánica ya restaurados, Winston se dedicó al interior del coche. Esto incluyó la limpieza profunda de los asientos, el reemplazo de las partes interiores dañadas y la revisión de los sistemas digitales del vehículo. Aquí fue donde conectó el USB para verificar los datos del ordenador del coche.
Lo que descubrió fue impactante: un video que mostraba el momento exacto en el que el vehículo sufrió un accidente grave. Las imágenes capturaron la colisión entre el Model 3 y otro vehículo en una oscura carretera, lo que resultó en el siniestro total del auto. Este descubrimiento reveló por qué había sido catalogado como destrucción total y vendido en una subasta.
Después de completar todas las reparaciones, Winston llevó a cabo una revisión final del coche para asegurarse de que todos los sistemas funcionaran correctamente. Esto incluyó varias pruebas en ruta para verificar el rendimiento del vehículo y garantizar que estaba en condiciones de volver a circular. A pesar de las dificultades, Winston logró restaurar el coche a un estado casi impecable.
Finalmente, el costo total de la restauración ascendió a 25.000 dólares. Esta cifra incluye los 15.000 dólares de la compra inicial, los 9.000 dólares en piezas y materiales, y 1.000 dólares en impuestos. Este monto fue mucho menor que el precio de un Tesla Model 3 nuevo, que ronda los 52.000 dólares, lo que hizo que la inversión de Winston fuera altamente rentable.
Tras completar con éxito la restauración de su Tesla Model 3, Winston no se detuvo allí. Su pasión por los coches eléctricos, particularmente por Tesla, y las habilidades que desarrolló durante el proceso lo llevaron a pensar en su futuro profesional. Inspirado por este proyecto, decidió enviar su currículum a Tesla, con la esperanza de unirse a la empresa que lo ha motivado desde el principio.