Una periodista argentina que actualmente reside en Estados Unidos compartió una situación insólita que vivió en su estadía durante una gira por trabajo en Monterrey, México. Flor Maggio subió a su cuenta de X las extrañas reglas del alojamiento donde se hospedan, y los usuarios no tardaron en reaccionar a su publicación que acumula casi dos millones de visualizaciones y más de 30 mil likes.
La joven compartió el mensaje que le mandó el anfitrión del Airbnb que comenzaba con una advertencia sobre marcadores: “Si tenés niños pequeños, por favor no los dejes jugar con crayones, ese es el daño más común a los muebles y la casa”. Sin embargo, lo verdaderamente inusual vino después, con una lista de restricciones: “NO USAR: vasos de colores (plástico), cacerolas, pala (aunque la escoba está permitida), tijera, ni cosas violetas en la casa (por el feng shui)”. Además, se les pidió a los huéspedes solo prender la luz diez veces al día para “preservar el uso de las teclas de luz”.
Más normas absurdas
Con humor, Flor continuó documentando los momentos surrealistas de su estadía en un hilo en X: “No aclaré, pero todo lo que dice no usar está disponible… Hay un cajón con sartenes y cacerolas (¿acaso puedo usar una sartén?). También están la pala y escoba aunque la pala está prohibida. Los vasos de colores son los de la foto, que por supuesto estamos usando”. Acompañó sus palabras con una imagen de los vasos “prohibidos”.
La situación siguió escalando cuando la periodista publicó una nueva captura de pantalla de las instrucciones del propietario: “Importantísimo no poner el seguro de la chapa por adentro”. Por lo que la tuitera entendió, les pidieron no cerrar para que la puerta abra desde afuera.
En diálogo con Infobae, comentó: “Nos estamos muriendo de risa, pensamos que puede ser un chiste para la anécdota, pero por las dudas más o menos estamos acatando”. Además, compartió en su Instagram un video en donde se la puede ver lavándose los dientes con la luz apagada en modo de broma “para no gastar los 10 usos diarios”.
La argentina además explicó que el alojamiento fue elegido por la empresa con la que trabaja y que afortunadamente su estadía es breve (solo tres noches), ya que luego viaja a Madrid. Al ser consultada por otros posibles inconvenientes atravesados, respondió: “Creemos que hay chinches en el sillón porque nos levantamos con picaduras, pero fuera de eso y las reglas horribles todo bien”.
Reacciones en redes
En las redes, hubo quienes comprendían los requisitos y quienes no daban crédito a lo absurdo de la situación. Algunos usuarios comentaron: “Vos tenés la culpa por quedarte en un lugar así. Nadie más” y “Lo de los crayones me parece lógico. El resto, medio divague.” Otros respondieron con humor: “La escoba la podés usar... El tema es que la pala no. ¿Dónde tirás lo que barrés?” o “Lo de la luz es fácil. Encendela y dejala prendida todo el día. Solo usas la tecla dos veces al día”.