Gasta USD 50.000 en un año, recrea un tanque de la Primera Guerra Mundial y lo hace funcionar

La pasión por la historia y la ingeniería llevó a Kameron Swinney a construir una réplica funcional del FT-17. Cuáles son las restricciones legales

Guardar
Kameron Swinney, autodidacta desde los 15 años en el mundo de la soldadura y los autos clásicos, dedicó un año de su vida a construir desde cero una réplica del FT-17, considerado el primer tanque moderno (@swinneysoldironwo)
Kameron Swinney, autodidacta desde los 15 años en el mundo de la soldadura y los autos clásicos, dedicó un año de su vida a construir desde cero una réplica del FT-17, considerado el primer tanque moderno (@swinneysoldironwo)

A los 34 años, Kameron Swinney ha conseguido lo que muchos podrían considerar un desafío monumental: construir desde cero una réplica funcional de un tanque de más de 100 años. Su hazaña, que le llevó un año completo de trabajo y una inversión de 50.000 dólares, no solo refleja su dedicación y habilidades, sino también su pasión por la historia bélica y la ingeniería.

Desde que tiene memoria, Swinney ha estado fascinado por estos temas, algo que se tradujo en su amor por la soldadura y los autos desde una temprana edad. Con solo 15 años, comenzó a trabajar en coches clásicos, aprendiendo de manera autodidacta, ya que nunca asistió a la universidad. Ahora, su obra maestra es un símbolo de esa pasión y determinación.

Su proyecto más ambicioso ha sido la réplica del FT-17, un vehículo militar icónico utilizado durante la Primera Guerra Mundial, considerado el primer tanque moderno de la historia. Este modelo fue también el primero producido en masa en los Estados Unidos bajo licencia de la firma francesa Renault, lo que lo convierte en un símbolo del desarrollo tecnológico militar de la época.

El video se viralizó en las redes sociales (YouTube: Kammcswin)

Para llevar a cabo este proyecto, Swinney se enfrentó al reto de encontrar y ensamblar materiales y componentes adecuados. Utilizó hojas de madera contrachapada, acero de media pulgada, una mesa CNC de plasma, así como diversos tornillos y clavos para la estructura. El corazón de su réplica lo compone un motor Jeep F134, el cual mueve una bomba hidráulica que controla las válvulas y motores del tanque.

Cada motor hidráulico recibe 16 galones por minuto de aceite a 3600 psi, lo que permite el movimiento de las orugas, las cuales fueron rescatadas de dos tractores de la década de 1930. Con esta combinación de herramientas modernas y partes históricas, Swinney ha logrado crear una máquina que, aunque no puede operar como un tanque de combate real, está lo suficientemente detallada para ser una réplica fiel.

Detalles técnicos del tanque FT-17

En primer lugar, es considerado uno de los tanques más influyentes del siglo XX, ya que introdujo características que posteriormente se convertirían en estándares para los modelos modernos. La réplica de Swinney incluye orugas funcionales y torretas giratorias de 360 grados, aunque estas últimas son únicamente decorativas para cumplir con las estrictas leyes de California, que prohíben que los elementos de armamento sean operativos.

A nivel técnico, uno de los elementos más impresionantes de su construcción es el sistema hidráulico que controla el movimiento del tanque. Gracias a su profundo conocimiento de mecánica, Swinney diseñó un sistema capaz de gestionar grandes volúmenes de aceite a alta presión, logrando una capacidad de movimiento precisa para una máquina de este tamaño. Aunque se trate de una réplica, la atención al detalle es tal que el vehículo cuenta con la apariencia y funcionamiento básico de un tanque real de la Primera Guerra Mundial.

Limitaciones legales y el orgullo de un trabajo bien hecho

A pesar de los impresionantes avances técnicos de la réplica, Swinney se enfrenta a ciertas limitaciones impuestas por la ley de su estado. En California, no está permitido que este tipo de vehículos militares funcionen fuera de los límites de su propiedad privada, lo que restringe el uso del tanque a su propio terreno. Además, las torretas, aunque giran, no pueden ser operativas por razones de seguridad y cumplimiento de las normativas estatales.

Aún con estas limitaciones, Swinney expresa un gran orgullo por su logro. Describe su tanque como “esencialmente un tractor”, y comenta que sus vecinos, aunque sorprendidos al principio, han reaccionado con entusiasmo y admiración por su proyecto.

Muchos de ellos comparten su pasión por la historia y valoran que el tanque no solo sea una muestra de sus habilidades como soldador, sino también un homenaje a una época crucial en el desarrollo de la tecnología bélica. Según él, quienes lo han visto quedan maravillados, tanto por su funcionamiento como por el rigor histórico que emana de cada detalle del vehículo.

Swinney planea continuar perfeccionando su creación, siempre buscando mejorar la autenticidad y el rendimiento de su réplica. Aunque por ahora no puede conducirla más allá de su propiedad, su ambición y dedicación al arte de la construcción histórica aseguran que este tanque será solo uno de muchos logros a lo largo de su vida.

Guardar