Una broma absurda transformó a un usuario de TikTok en un fenómeno viral: “Me quedé hasta el final y me estresé”

A veces, los amigos más cercanos pueden transformarse en los peores enemigos cuando se trata de bromas pesadas. Mientras que algunos se frustran rápidamente, otros parecen tener una paciencia inagotable, soportando hasta las situaciones más absurdas con tranquilidad y simpatía. El creador de contenido mexicano, Francisco Manja, decidió hacerlo pasar un mal rato a su amigo, aprovechando que tenía una copia de las llaves de su auto y el TikTok acumula más de 1.6 millones de reproducciones y 55.000 “me gusta”.

El video empieza con la frase: “tenes que hacerle esto a tu amigo” y se ve a su compañero bajando de un auto, sacando sus pertenencias del baúl, pero después de cerrarlo se da inicio al caos. Cada vez que intenta alejarse, el baúl se vuelve a abrir misteriosamente. Desde el balcón, Francisco graba toda la escena con la otra copia de las llaves en mano, presionando repetidamente el botón para abrir la parte trasera del auto y generar confusión. Mientras tanto, su amigo, visiblemente desconcertado, no entiende qué sucede.

El creador de contenido no se queda en silencio, desde la altura va comentando la situación, burlándose de la víctima en voz baja: “ni se la espera... ¿Ya te vas? Volvete... ¿qué pasó, papi? ¿Dónde vas?”. Su amigo, desesperado, intenta cerrar el baúl una y otra vez, sin éxito, mientras Francisco sigue apretando el control remoto.

Después de alrededor dos minutos de intentos fallidos, el joven mexicano descubre el misterio: “¡No mames! Estoy aquí como pendejo”, dice entre risas, al enterarse de que Francisco había estado manejando todo desde el principio. Sin embargo, lejos de enojarse, se mostró sonriente por la performance de su amigo.

Los usuarios quedaron fascinados por la paciencia del amigo y el ingenio de Francisco. Algunos no pudieron evitar imaginar qué habrían hecho en su lugar: “Si yo hubiera sido el amigo, hubiera golpeado el baúl de la desesperación”, “pensé que le iba a poner cinta” escribieron, mientras que otro comentó: “Que buena broma, ¡tengo que hacerla! Pero primero tengo que comprar un auto”.

Varios reconocieron que sufrieron tanto como la víctima del absurdo momento: “Me quedé hasta el final y me estresé jaja; por Dios, ¡Qué paciencia la de este chico!”. Otros, sin embargo, ya están pensando en una revancha: “Yo creo que esto merece una segunda parte, ¡con una buena venganza!”.