El bullicio habitual del Aeropuerto Intercontinental George Bush (IAH) de Houston se convirtió en el escenario de una romántica sorpresa la noche del 11 de octubre. Entre el ir y venir de pasajeros, Jack Lorey tenía un plan especial que había preparado con la ayuda de United Airlines: proponerle matrimonio a su novia, Erica Bonilla, al descender del avión.
La pareja, que mantuvo una relación a distancia durante dos años, había viajado entre Nashville y Houston de forma mensual para poder verse. Pero este último vuelo no era uno más, sino el punto de partida para una nueva etapa en sus vidas.
Con la complicidad de los pasajeros y la aerolínea, cada persona que bajaba del avión entregaba una rosa a Bonilla. Finalmente, Jack fue el último en salir, arrodillándose frente a su novia para hacer la gran pregunta. Según el medio local, KPRC Houston, Lorey relató: “Envié un correo electrónico por impulso a United y haber recibido su ayuda para que esta propuesta se hiciera realidad es genial. Estoy más que agradecido”.
El amor está en el aire
Sus encuentros mensuales regulares de Nashville a Houston fueron fundamentales para mantener viva la conexión entre la pareja, que se conoció por casualidad en una boda en Florida. La distancia no fue un impedimento para su amor, y, mes tras mes, los vuelos se convirtieron en el vínculo que mantuvo unida su relación. El último vuelo del joven a Houston, con un boleto de ida, marcó el fin de esos viajes de larga distancia y el comienzo de una nueva etapa, con Erica mudándose a Tennessee para vivir juntos.
Lorey afirmó al medio local Telemundo Nashville: “Viajar es una parte fundamental de nuestra relación. Es lo que nos ha mantenido juntos todo este tiempo, y el vuelo del viernes fue nuestro último vuelo de larga distancia”.
La aerolínea cupido
El vínculo entre la pareja y la compañía aérea fue mucho más allá de los vuelos que los mantenían conectados. La aerolínea jugó un papel crucial en la propuesta de matrimonio. Después de que Lorey los contactara, la aerolínea se mostró dispuesta a colaborar en la organización de este momento tan especial, lo que generó una gratitud inmensa por parte de la pareja. Para Jack y Erica, la empresa fue una aliado en su historia de amor.
La propuesta culminó de manera perfecta cuando Jack Lorey se arrodilló en la pista de aterrizaje del Aeropuerto Intercontinental George Bush (IAH) de Houston. Luego de que cada pasajero de su vuelo le entregara una rosa a Erica Bonilla, el último en bajar fue Jack, quien llevaba la última rosa en la mano. En ese momento, rodeado de pasajeros emocionados y el personal de aéreo, Lorey se arrodilló y le pidió a Erica que se casara con él. La reacción de la joven fue un rotundo “sí”. La escena fue capturada en fotografías que mostraron al hombre colocando el anillo en el dedo de su futura esposa, mientras ambos posaban con una canasta de rosas rojas.
Controversias en la propuesta
A pesar del entusiasmo que generó el compromiso, no todos estuvieron de acuerdo con la forma en que se llevó a cabo la propuesta. En las redes sociales, la propuesta en la pista de aterrizaje suscitó reacciones mixtas. Aunque muchos felicitaron a la pareja, otros usuarios sugirieron que la propuesta de Jack buscaba más la atención mediática que el gesto romántico. Algunos cuestionaron las intenciones detrás del evento público, mientras que otros expresaron sorpresa de que la mujer hubiera aceptado la propuesta bajo esas circunstancias.
El comienzo de la historia de amor
La historia de amor entre Jack Lorey y Erica Bonilla comenzó por pura casualidad. Ambos se conocieron hace dos años en Florida, cuando Lorey asistía a la boda de un amigo y Erica estaba de vacaciones con su familia. Lo que comenzó como una conversación casual en un bar, rápidamente se transformó en una conexión especial.
Después de ese encuentro, mantuvieron contacto informal hasta que Erica voló por primera vez a Nashville para visitarlo. A partir de ahí, la relación se afianzó, y comenzaron los viajes mensuales entre Houston y Nashville para verse. Las visitas y los vuelos no cesaron, y a pesar de la distancia, lograron mantener viva la relación, que ahora culmina con la mudanza de Erica a Tennessee.