Se mostraba como una influencer millonaria pero terminó en la ruina por un préstamo impago que cambió su vida

Muchos sueñan con el éxito y la fama que parece acompañar a quienes trabajan en las redes sociales, pero detrás de las fotos perfectas y los viajes de lujo se esconde una realidad de presión constante y decisiones financieras peligrosas

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"Vivía una mentira, invertí mucho dinero en comprar bolsos de marca y cuando regresé a Miami tenía una deuda de más de 10 mil dólares", dijo Lissette Calveiro, sobre la realidad detrás de su vida como influencer (Instagram: @lissettecalv)
"Vivía una mentira, invertí mucho dinero en comprar bolsos de marca y cuando regresé a Miami tenía una deuda de más de 10 mil dólares", dijo Lissette Calveiro, sobre la realidad detrás de su vida como influencer (Instagram: @lissettecalv)

En los últimos años, las redes sociales se han convertido en una plataforma poderosa donde muchos aspiran a ganar notoriedad. Los influencers, esas personas que logran acumular miles o incluso millones de seguidores, son vistos como modelos de éxito, alcanzando la fama y, en algunos casos, grandes ingresos a través de sus publicaciones. Pero, ¿qué sucede cuando esa búsqueda de popularidad se convierte en una carrera que exige altos costos económicos y emocionales? El caso de Lissette Calveiro, una joven que casi terminó en la bancarrota tratando de vivir de su imagen en redes, ilustra los desafíos ocultos tras esta aparente vida de lujo.

Calveiro, como muchos aspirantes a influencer, soñaba con vivir de sus publicaciones y llegar a ser famosa. Con apenas 10.000 seguidores, decidió invertir dinero y esfuerzo en mejorar su apariencia, viajando a lugares estéticamente atractivos y comprando artículos de lujo. Lo que parecía una apuesta en su “marca personal” rápidamente se convirtió en un ciclo de gastos descontrolados.

El impacto financiero de ser influencer

Aunque el estilo de vida de los influencers suele parecer deslumbrante, la realidad es que sostener una imagen atractiva en redes sociales puede ser financieramente agotador. Calveiro pidió un préstamo de 10.000 dólares con la esperanza de incrementar su influencia y rentabilidad, pero se dio cuenta de que el éxito no llegaba tan rápido como esperaba.

Pronto, ese dinero desapareció en costosos viajes y productos de lujo. “Una vez gasté 700 dólares en un viaje de ida y vuelta a Texas para asistir a un concierto de Sia”, declaró en una entrevista con el New York Post.

Una reflexión sobre los desafíos de vivir de las redes sociales (Instagram: @lissettecalv)
Una reflexión sobre los desafíos de vivir de las redes sociales (Instagram: @lissettecalv)

Los influencers emergentes suelen enfrentar altos costos relacionados con su imagen: desde la compra de ropa y accesorios de marcas reconocidas hasta el financiamiento de viajes que aporten contenido visual atractivo. Para Lissette, estos gastos la llevaron a vivir una vida fuera de sus posibilidades, saturando sus tarjetas de crédito y poniéndola en una situación financiera crítica.

De hecho, se mudó de Miami a Nueva York con la esperanza de mejorar su imagen y captar más seguidores. Compartía el alquiler con una amiga, pagando aproximadamente 700 dólares mensuales, lo cual parecía una buena opción al principio. Sin embargo, los gastos adicionales en productos y experiencias que publicaba en sus redes pronto superaron sus ingresos. La falta de ahorro y la creciente deuda comenzaron a afectarla profundamente.

El cambio de mentalidad después de la crisis

Cuando las deudas alcanzaron un nivel insostenible, Calveiro tuvo que hacer un alto en su vida como influencer y combinar su carrera en redes sociales con un trabajo de medio tiempo. “Vivía una mentira, invertí mucho dinero en comprar bolsos de marca y cuando regresé a Miami tenía una deuda de más de 10 mil dólares en mis tarjetas de crédito”, confesó.

La joven regresó a Miami para trabajar como publicista y comenzar a pagar sus deudas, abandonando temporalmente su ambición de vivir exclusivamente de sus redes. Fue entonces cuando, tras reflexionar sobre sus errores, adoptó un enfoque más realista y consciente de su vida financiera. Eventualmente, pudo regresar a Nueva York tras conseguir un empleo fijo como relacionista pública, lo que le permitió mantener su presencia en redes, pero con un enfoque más moderado. Este cambio de mentalidad fue clave para poder equilibrar su carrera como influencer con una vida financiera más estable.

Hoy en día, Lissette ha cambiado su enfoque en redes sociales, buscando ser una voz que ayude a otros a evitar los mismos errores que ella cometió. Con una base de seguidores que continúa creciendo, ahora utiliza su influencia para advertir sobre los peligros de caer en un estilo de vida insostenible en busca de fama digital. En sus publicaciones y entrevistas, enfatiza la importancia de la planificación financiera y de vivir de acuerdo con las propias posibilidades.

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