Las normas de convivencia en un edificio pueden ser todo un desafío. Cada individuo tiene hábitos, costumbres y sensibilidades diferentes. En ese sentido, una usuaria española compartió en la red social X el increíble motivo por el que recibió una queja de su vecina y tuvo gran repercusión acumulando más de 4 millones de visualizaciones y 93 mil likes.
Vivir en comunidad implica ajustarse a una serie de reglas no escritas que pueden generar roces y malentendidos. Desde los ruidos cotidianos hasta los horarios de actividades comunes, lo que para una persona puede ser algo normal, para otra puede resultar molesto.
El motivo de la disputa
“Una vecina me llamó la atención por secarme el pelo con secador a las 22:30. En mi casa. Le expliqué amablemente que me lo lavo cuando tengo tiempo y que yo nunca me quejé de sus hijos insoportables corriendo y gritando todo el pu día”, dijo la usuaria. Además, concluyó su descargo aclarando que continuó secándose el cabello. Este fue solo el principio ya que cientos de usuarios se sumaron para compartir historias similares de convivencia.
Vecinos en guerra
Una de las respuestas que más se viralizó fue la de Julia quien contó que sus vecinas se quejaron con ella por “simplemente bajar las escaleras a las ocho de la mañana”: “bueno, señora, tengo clase y no hay ascensor, no voy a ir descalza”, escribió en tono irónico. El comentario no tardó en captar la atención de otros usuarios, alcanzando más de 317 mil visualizaciones y 15 mil “me gusta”.
Otros seguidores compartieron situaciones igual de insólitas, desde vecinos que querían prohibir apretar el botón del baño durante la noche, hasta aquellos que llamaban a la policía por motivos difíciles de creer: “mi vecino llamó a la policía porque pisábamos demasiado fuerte el piso”; “A mí me pidieron que no prendiera el microondas a la noche porque los despierta”, fueron algunas de las respuestas que recibieron cientos de reacciones.
La conversación en redes también reveló problemas comunes como el mal diseño de las viviendas modernas, que parece ser una de las principales causas de estos roces entre vecinos. “Lo que tendrían que hacer es pisos como Dios manda y no paredes de papel, que se escucha absolutamente todo en la mayoría y bien que cobran después al venderlos...”, se quejó un usuario.
Además, algunos compartieron anécdotas más empáticas, como el caso de una persona que vivía junto a una señora con problemas de audición: “yo tuve una vecina sorda y siempre me daba vergüenza decirle algo sobre el volumen de la TV y de la radio. Cuando le pusieron el audífono, vino a pedirme perdón”.