En los últimos años, un fenómeno preocupante comenzó a hacerse más visible en el mercado laboral: profesionales altamente calificados y con décadas de experiencia que, pese a su trayectoria, enfrentan enormes obstáculos para reinsertarse en el mundo profesional. La sobrecalificación, la edad y la ralentización en las contrataciones son algunos de los factores que agravan este escenario. A pesar de contar con estudios avanzados y años de experiencia en sus campos, muchos trabajadores encuentran que las oportunidades se les cierran, generando una crisis personal y profesional que se extiende por años.
Desde su despido en 2013, Chris Putro, un analista financiero con más de una década de experiencia laboral, enfrentó grandes dificultades para encontrar un trabajo estable: “Tuve un total de cuatro entrevistas telefónicas,” dijo Putro al medio Business Insider. Tres de estos posibles empleadores dejaron de comunicarse con él, mientras que el otro terminó la llamada antes de tiempo al considerar que estaba sobrecalificado para el puesto.
A pesar de sus dos títulos en química, uno de bachelor de La Salle University y otro de máster de la UCLA, Putro lleva más de nueve años buscando empleo sin éxito. Durante dieciséis años trabajó para la misma empresa antes de ser despedido. Después de perder su puesto, no comenzó a postularse a trabajos de inmediato. Explicó que se tomó unos dos años para reflexionar sobre lo que quería hacer durante el resto de su vida. En 2015 comenzó oficialmente su búsqueda laboral.
Afortunadamente, el especialista norteamericano había sido precavido con sus finanzas: “Calculé que tenía suficiente dinero ahorrado para sobrevivir un poco más de una década si era necesario,” explicó al medio. “Hice lo suficiente en esos 16 años para sobrevivir otros 11,” añadió.
Sus inversiones en el mercado de valores rindieron mejor de lo esperado, lo que le permitió extender sus recursos. Aún así, asegura que teme la idea de quedarse sin lo necesario para mantener su estilo de vida: “Pensar en cuando me podría quedar sin dinero y perder todas mis posesiones es un proceso de pensamiento muy difícil para mí”.
Su única fuente de ingresos en la última década es un trabajo en el que produce un show de comedia en Los Ángeles y gana 50 dólares por semana: “Considero que esto es prácticamente trabajo voluntario que me mantiene ocupado,” manifestó.
El caso de Putro ilustra las dificultades que muchos estadounidenses mayores enfrentan en el mercado laboral. Aunque las tasas de desempleo y despidos se mantienen bajas en comparación con niveles históricos, la desaceleración en las contrataciones complicó la situación para quienes buscan empleo, ya sea porque fueron despedidos, recién graduados, o están retornando a la fuerza laboral.
Sobre las estrategias de búsqueda de trabajo, Putro confesó que aplica esporádicamente, enviando hasta cuarenta solicitudes en cualquier mes: “Me desgasto y espero un poco, y espero que haya rotación en el departamento de recursos humanos de una empresa”.
Sus principales recursos para encontrar oportunidades laborales incluyen Indeed, LinkedIn, y los sitios web de empleadores locales importantes como CBS y NBCUniversal. No obstante, señaló que no tuvo mucha suerte. Tampoco está seguro de si su edad, 55 años, le ayuda o perjudica en el mercado laboral: “Sigo leyendo que las empresas no contratarán a nadie de mi edad por suposiciones falsas, pero también que prefieren a personas de mi edad porque los millennials y más jóvenes tienen una ética de trabajo pobre”, expresó.
A medida que avanza, Chris planea seguir enviando solicitudes de empleo, especialmente comenzando en octubre, que es el mes en el que suele aplicar con más agresividad. “Apliqué a dos trabajos esta semana que coincidían perfectamente conmigo en el papel, pero como de costumbre, no recibí respuesta,” concluyó.