La inesperada reacción de una influencer al ver el precio de su bebida en una cena en Nueva York

Una española, quien se identifica en las redes sociales como @bonbonreich, compartió recientemente en sus perfiles una experiencia imprevista ocurrida durante su viaje a Nueva York. Con más de 5 millones de seguidores en TikTok, medio millón en YouTube y 800.000 en Instagram, en sus videos retrata su día a día y sus viajes junto a amigos.

Durante una cena en un restaurante neoyorquino, la joven, llamada Raquel Martínez,, se llevó una gran sorpresa al darse cuenta del precio de una copa de vino que había pedido. En el video que circula en todas sus plataformas, una de sus amigas le pregunta: “Raqui, ¿cuánto ha costado esta copa?”. Otra amiga, todavía más asombrada, añadió con humor: “La madre que te parió”. La situación, grabada por una de sus amigas, muestra el desconcierto y risas del grupo al darse cuenta de que la cuenta debía dividirse entre todas. “Que la cuenta es a dividir”, expresó la amiga que lo grababa todo.

Pero lo que realmente elevó la anécdota fue cuando Raquel, incrédula, reaccionó: “¿Pero qué dices, es broma?” al enterarse de que la copa costaba nada menos que 51 dólares. Una de sus amigas intervino diciéndole que quizás hubiera sido mejor pedir una botella de vino, que tenía un costo de 140 dólares.

La creadora de contenido explicó entonces que había pedido una copa de vino sin mucho conocimiento de la carta y que, tras mencionar el Chardonnay, le trajeron una copa considerablemente grande. Entre risas y evidentemente resignada, comentó: “Yo no he pedido eso. He pedido una copa de vino y me ha empezado ‘qué quieres’ y digo ‘no sé solo conozco el Chardonnay’, y he pedido uno. Me ha traído este copón más grande que mi cabeza y hemos pensado cuánto me va a costar: 51 dólares. Yo no ceno”.

Esta publicación generó una avalancha de reacciones en sus redes sociales. Sus seguidores expresaron sorpresa ante el alto precio y compartieron sus propias experiencias en restaurantes costosos. Algunos usuarios comentaron que este tipo de situaciones son comunes en ciudades como Nueva York, donde ciertos restaurantes de alta gama cobran precios elevados por productos selectos. Otros señalaban la importancia de informarse bien antes de pedir en establecimientos desconocidos.

Otros usuarios compartieron su opinión sobre lo que debía hacer el grupo de amigas respecto a la división de la cuenta: “Lo justo, que pague ella su copa, sin problema”, “Yo lo que tengo claro es que si todas no gastan más o menos lo mismo, no incluyo la copa en la cuenta a medias”, “Que lo pague ella y punto. Verás como la próxima vez se pide una gaseosa”.

A pesar de este incidente, Raquel siguió con su viaje por Nueva York, retratando experiencias como probar las famosas Crumbl Cookies.