Japón se enfrenta a la concentración de turistas y al choque cultural con extranjeros

Las tensiones entre residentes y visitantes impulsaron que el gobierno japonés proponga soluciones que equilibran el desarrollo turístico y la calidad de vida local. El medio The Independent difundió la actualidad turística nipona

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Desde 2019, Japón superó sus
Desde 2019, Japón superó sus cifras turísticas récord tras la reapertura total de fronteras (REUTERS/Issei Kato9

El turismo internacional hacia Japón alcanzó cifras récord en los últimos años, marcando un punto de inflexión en su posicionamiento como uno de los destinos más deseados a nivel global. Sin embargo, este auge no estuvo exento de desafíos, puesto a que la convivencia entre una cultura local profundamente arraigada y las masas de visitantes que a menudo desconocen sus particularidades generaron tensiones que ponen a prueba la hospitalidad por la que Japón es conocido.

Ante este escenario, las autoridades comenzaron a implementar medidas para equilibrar los beneficios económicos del turismo con la protección de las comunidades y su patrimonio cultural. Es por ello que el medio The Independent publicó un artículo acerca de la situación turística del país asiático.

Contexto del aumento del turismo en Japón

Desde la reapertura total de fronteras tras la pandemia, Japón superó todas las expectativas de recuperación turística. En 2019, el país recibió 31.9 millones de visitantes internacionales, una cifra ya superada según las estimaciones preliminares para 2024. Este incremento vertiginoso aunque benéfico para la economía, tuvo efectos contraproducentes en los destinos más populares, como Tokio, Kioto y Osaka. En estas ciudades, las temporadas altas de floración del cerezo en primavera y los colores otoñales atrajeron multitudes, provocando la saturación de espacios públicos y generando conflictos entre locales y visitantes.

Ejemplos emblemáticos de este impacto incluyen el cubrimiento de vistas hacia el Monte Fuji en la localidad de Fujikawaguchiko, tras años de quejas por la acumulación de basura y la invasión de carreteras. Asimismo, episodios como el de una turista extranjera que realizó ejercicios en un torii sagrado (entrada a un recinto religioso) reflejan la falta de conocimiento o respeto por las tradiciones culturales de Japón, exacerbando las tensiones entre ambos grupos.

Basura acumulada y carreteras bloqueadas
Basura acumulada y carreteras bloqueadas son problemas habituales en las vistas del Monte Fuji (Freepik)

Respuesta del gobierno japonés

Consciente de los desafíos derivados del turismo masivo, el gobierno japonés tomó medidas proactivas. La Agencia de Turismo de Japón lanzó una guía de etiqueta con siete puntos esenciales, instando a los visitantes a familiarizarse con las normas culturales y a respetar los bienes patrimoniales como templos y santuarios. Este esfuerzo responde a una necesidad urgente de educar a los turistas para minimizar los choques culturales y proteger la integridad de los sitios históricos.

Las autoridades además están promoviendo estrategias para redistribuir el turismo. Entre las iniciativas destacan las campañas para incentivar viajes durante las temporadas bajas y la exploración de regiones menos conocidas del país. Según Shota Adachi, subdirector de planificación estratégica de la Agencia de Turismo, el enfoque no es limitar la cantidad de visitantes, sino “extender la demanda geográficamente y a lo largo del año”. Estas acciones buscan aliviar la presión sobre los destinos más concurridos y potenciar el desarrollo de comunidades rurales, muchas de las cuales enfrentan problemas de despoblación.

Tokio, Kyoto y Osaka son
Tokio, Kyoto y Osaka son las ciudades que se enfrentan a los mayores desafíos, ante la saturación de espacios públicos (Freepik)

Impacto del turismo masivo en las comunidades

El crecimiento acelerado del turismo en Japón afectó de manera directa la vida cotidiana de los residentes, especialmente en los destinos más concurridos. Por ejemplo, en Kioto los sistemas de transporte público, diseñados para atender a la población local, se ven desbordados por turistas que viajan con equipaje voluminoso, dificultando el acceso de los ciudadanos, particularmente de adultos mayores.

El impacto también se extiende a los negocios locales, como los pequeños restaurantes familiares que debido a barreras lingüísticas y culturales, encuentran dificultades para atender adecuadamente a los visitantes extranjeros. Esto derivó en malentendidos que frecuentemente se reflejan en reseñas negativas en línea, y afectan la reputación de estos establecimientos.

Por otro lado, el turismo masivo condujo a medidas extremas en ciertas áreas. En Fujikawaguchiko, un pueblo con vistas icónicas del Monte Fuji, los residentes impulsaron la instalación de barreras que ocultan algunos paisajes después de años de lidiar con problemas de basura y congestión vehicular provocados por visitantes.

El gobierno propone incentivar visitas
El gobierno propone incentivar visitas fuera de temporada y hacia zonas rurales en declive demográfico (Lucas Vallecillos/VWPics)

Propuestas y debates sobre el manejo del turismo

Frente a la complejidad del fenómeno, surgieron múltiples propuestas para gestionar de manera más equilibrada el turismo en Japón. Una de las estrategias más debatidas es la implementación de tarifas diferenciadas para turistas extranjeros en sitios emblemáticos, como templos y santuarios. Aunque esta medida podría contribuir a distribuir de manera más equitativa los beneficios económicos del turismo, causaron controversia debido a su posible impacto en la imagen hospitalaria del país.

El alcalde de Himeji, cuya ciudad alberga un castillo reconocido como Patrimonio de la Humanidad, propuso aumentar el costo de las entradas para visitantes internacionales con el fin de financiar servicios locales y compensar los costos derivados del mantenimiento turístico. Sin embargo, esta iniciativa fue objeto de controversias, ya que algunos expertos como Ryo Nishikawa, profesor asociado de turismo en la Universidad de Rikkyo, advierten que imponer restricciones o cargos elevados podría desincentivar las visitas y dañar la reputación del país como un destino acogedor.

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