Viajar acompañado y sentarse lejos de la ventana: cómo combatir la ansiedad al volar

La aerofobia, o el miedo a volar, es muy frecuente, pero existen ciertas herramientas que permiten sobrellevar la situación. Las recomendaciones de los expertos para viajar en avión más tranquilos

El mero de hecho de tener que pensar en volar puede despertar temores, inseguridades y ansiedad

El miedo a volar puede llegar a ser un verdadero obstáculo para la tranquilidad de un viajero. Manos sudorosas, crecientes palpitaciones, sensación de angustia, dificultad para respirar y el presentimiento de que todo puede salir mal antes de subir a un avión son los síntomas de la ansiedad de vuelo, una fobia conocida como aerofobia, y que consiste en el miedo a subir al avión por temor a sufrir un accidente. A pesar de que es más probable tener un accidente vial de camino al aeropuerto, hoy es muy común en la población.

Para el psicoanalista y miembro de APA Ricardo Rubinstein, el miedo a volar puede surgir por la imaginación o las fantasías que se pueden convertir en algo traumático: "Si alguien fue educado con padres aprensivos o temerosos, la persona puede haber configurado una personalidad asustadiza. Además, lo que eventualmente ocurre con el miedo a volar es que una persona tiene una fobia que se produce por situaciones internas".

"Hay complejidades que hacen que el sujeto tenga temores. Temor a los animales, a situaciones de las naturaleza. Aquel que lo padece no sabe el origen ya que son cuestiones conflictivas internas que trasladan ese temor a una situación de la vida real", comentó a Infobae Ricardo Rubinstein.

Hay algunas personas que siguen consejos dispuestos por especialistas para no tener una mala experiencia y poder vencer el miedo

"El origen muchas veces puede ser por lo que significa el hecho de volar. Puede significar alejarse o despejarse de situaciones o figuras conocidas protectoras. También perder el contacto con aquello que lo protege, y subir a un avión agiganta toda esa situación", aseguró el psicoanalista.

Sin embargo, el profesional aseguró que hay algunas herramientas que pueden ayudar a que las personas puedan revertir la situación y no entrar en pánico al volar. Estas son:

Viajar acompañado

Ir con alguien más le dará una sensación de mayor seguridad y confianza al viajero. Charlar sobre otro tema distraerá a la persona de la angustia y el estrés del vuelo.

Llegar con tiempo de sobra al aeropuerto

Los retrasos o el miedo a llegar tarde al aeropuerto pueden hacer que la ansiedad o el temor a volar empiece desde temprano y vaya creciendo. Llegar a tiempo, hacer el check in y buscar un lugar cómodo mientras espera el vuelo ayuda a que la persona tenga la mente tranquila sin sumar un problema.

El miedo a volar es mucho más común de lo que las personas se imaginan (iStock Images)

Evitar las bebidas que activen

Café o alcohol son bebidas que pueden incrementar los niveles de ansiedad e impedir que la persona pueda conciliar el sueño para estar más tranquilo.

Respirar profundo

Hacer respiraciones controladas, profundas y rítmicas antes de subir al avión o durante el vuelo ayudará a encontrar la calma más rápido.

Tener de aliados a la lectura y a la música durante el viaje

Evadir el miedo, la ansiedad y el temor durante el viaje es posible y más si la persona encuentra algo con lo que distraerse. Escuchar música, leer un libro o ver una película son algunas de las opciones posibles a bordo de un avión y de esta manera la persona no estará pensado en la situación.

Sacar asientos lejos de la ventanilla

Sentarse del lado del pasillo le dará tranquilidad a la persona ya que de esta forma no estará pendiente de lo que pasa afuera ni pensando en todo lo que puede salir mal.

Imaginar sólo cosas buenas

Los miedos a volar y los pensamientos son muchos (iStock)

Conforme el vuelo transcurra, pensar en todos los buenos momentos que se vivirán en el destino: la alegría de conocer un nuevo lugar, las anécdotas que cosechará o las personas que se conocerán.

Dormir durante todo el viaje

Dormir es otra opción ideal para que el viaje se haga más ligero: así se sentirá más relajado. Una buena opción es comprar una buena almohada o base para el cuello con la finalidad de descansar de manera adecuada.

"Tratar los miedos con un profesional es importante. Hay personas que con un tratamiento corto funcionan, no resuelven toda la situación, pero baja el nivel de angustia y también tienen las maniobras adecuadas para pasar un buen vuelo", concluyó Rubinstein.

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