Cuando ya se están tachando los últimos días del calendario, pareciera que las vacaciones no llegan más. Falta energía, cuesta concentrarse en los quehaceres diarios, y sólo podemos pensar en estar en de vacaciones.
La acumulación del cansancio puede derivar en una fatiga generalizada, tanto física como mental. El rendimiento laboral, por este motivo, se ve afectado negativamente.
Para contrarrestar esto, algunos elementos podrán ser de gran ayuda para hacer rendir mejor el tiempo en el trabajo: no olvidar planificar el día. Al llegar a la oficina, se debe agendar las tareas detalladamente. Si se tiene que entregar documentos, preparar una presentación, asistir a alguna reunión, ir al doctor u otros planes personales, es importante tenerlos presentes. Priorizá: si todo es "urgente", sólo se logrará acumular el estrés y recaer en un colapso nervioso.
Un buen resultado se relaciona más con cómo optimizamos nuestro tiempo y energía
Organizar el escritorio también ayudará a que la mente no esté distraída en el desorden. Sólo se debe tener lo que se utiliza siempre a mano. Tratá de aprovechar la mañana que es el horario en que la mayoría de las personas tienen más energía. Se debe intentar resolver la mayor cantidad de trabajo durante esas horas y así, durante la tarde no se estará tan estresado.
Por último, tené en cuenta que trabajar duro y trabajar extra no significa necesariamente efectividad. Un buen resultado se relaciona más con cómo optimizamos nuestro tiempo y energía.
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