Existen varias clases de cafés en el mundo y muchos fanáticos que se dedican a probar y catar cada uno de ellos. El fin consiste en definir cuál es el mejor en sabor, textura y demás cualidades. Pero ningún sommelier de café puede sentirse realizado sin haber probado el más exclusivo del mundo, el cual se elabora con granos que son ingeridos y defecados por elefantes.
Su principal exponente es Blake Dinkin quien fue uno de los primeros en utilizar esta técnica y relacionarla con elefantes. Fue por el año 2002 cuando conoció la marca Kopi Luwak café -especializada y conocida en la venta del café más caro del mundo que utilizan animales de diversas especie como la civeta-, dejó su trabajo y decidió viajar a Etiopía para especializarse en esta exótica profesión.
"Realmente me atrajo como algo que era internacional, empresarial, y pensé que podría tratar de hacerlo por mi cuenta -dijo Dinkin-. Pero aparte de estos aspectos, intento desarrollar un impacto social positivo y garantizar la salud y la seguridad de los animales durante el proceso", aseguró Dinkin a Vice.
Luego de la incansable búsqueda de ideas y sabores y de diez años de viajar por todo el mundo, el empresario se asentó en Tailandia donde centró su eje principal de producción en el poblado de Ban Ta Klang, en la oriental provincia de Surin, y desarrollo su marca conocida como "Black Ivory" (marfil negro).
"Las enzimas del estómago eliminan las proteínas, responsables del amargor del café, y las bayas marinadas con el jugo de frutas y otras hierbas que se fermentan en el vientre crean un sabor más dulce y agradable con aromas afrutados", indicó el responsable, quien reveló que el producto es "completamente pulcro".
Pese a su elaboración poco convencional, la higiene está garantizada. El café se hace con el grano tostado y molido, tras haber sido pelado, y previamente lavado, lo que permite que no quede ningún resto desagradable, como tampoco ningún aroma o residuo de origen animal.
Su elevado costo se debe a su compleja elaboración ya que por cada 33 kilos de granos que ingiere un elefante sólo es posible recuperar un grano único. Resulta imposible estar las 24 horas con el animal a la expectativa de que defeque por lo que muchos de estos valiosos granos se pierden en sus caminatas por la selva o en el río al bañarse.
"Pensaba que iba a ser fácil: darle al elefante unas bayas para comer, que salieran, limpiarlas y secarlas, pero no fue así. Fue mucho más complicado, hasta 2011 no encontré un resultado que me satisfaga y trabajé más para mejorarlo. Hay gente que me ha tratado de copiar, pero todos en pocas semanas paran", contó Dinkin.
La taza de "Black Ivory" puede llegar a costar más de 60 dólares y se puede degustar en hoteles de cinco estrellas y restaurantes con estrella Michelín, para quienes quieren disfrutarlo en su hogar, se puede pedir también a través de plataformas digitales.
"A pesar de todos los dolores de cabeza y aunque me tocara mañana la lotería, seguiría haciendo lo que hago. Amo a estos animales y amo mi trabajo", aseguró Dinkin, quien dona un porcentaje de sus ganancias a una organización destinada al cuidado de los elefantes.
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