Suele definirse como una enfermedad silenciosa, puesto que no da señales, no avisa. Cuando aparecen los primeros síntomas ya hay algún tipo de afección renal. En tal sentido cada año millones de personas mueren de forma prematura por complicaciones relacionadas a la patología. Es por eso que la prevención -como para cada enfermedad- es la clave para proteger los riñones, ralentizar el deterioro y hasta detenerlo para gozar de una buena la salud.
La necesidad de una detección temprana es de suma importancia al considerarse las alarmantes estadísticas: actualmente en Argentina 3 millones de personas tienen sus riñones afectados, mientras que en el mundo la cifra asciende a 600 millones. Además se estima que 1 de cada 10 personas tienen alguna forma de alteración renal y la gran mayoría lo desconoce, con lo cual el inicio de tratamiento es tardío. Si bien diversas organizaciones de la salud están trabajando fuertemente en estrategias preventivas, se cree que en la próxima década se incrementará casi un 20 por ciento la cantidad de pacientes.
La necesidad de una detección temprana es de suma importancia por la función de los considerados órganos vitales. Los riñones son los encargados de filtrar la sangre y eliminar las sustancias tóxicas mediante la orina. Además, participan en el control de la presión arterial, normalizan el volumen del líquido corporal al retener o eliminar el agua, regulan la formación de glóbulos rojos e intervienen en el metabolismo óseo mineral mediante la formación de vitamina D.
Entre las medidas esenciales de prevención están las que se enfocan en la alimentación. Desde hace tiempo, se reveló que una dieta alta en proteínas es dañina para los riñones e incluso aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales o cáncer. Un trabajo de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos así lo indicó.
El exceso de sal puede generar que los riñones retengan más agua para disolver el mineral en el torrente sanguíneo. Otro aditivo no recomendado son los edulcorantes artificiales. En tanto, los productos con cafeína estimulan el flujo sanguíneo, lo que aumenta la presión arterial en los riñones. Además, los alimentos transgénicos -aquellos que han sido producidos a partir de un organismo modificado mediante ingeniería genética- pueden dañar también al hígado.
Mucha cantidad de bebidas azucaradas y productos lácteos se asocia con la formación de cálculos renales. La dieta indicada por los especialistas para evitarlos incluye mucho consumo de agua (al menos 2 litros para que el organismo disolver cualquier tipo de calcificación), disminuir la sal, reducir la ingesta de grasas y harinas, limitar la mermelada, miel, productos de pastelería y dulces. También se debe controlar los alimentos ricos en proteínas -como carnes y huevos-, con 120 y 150 gramos al día.
Llevar un correcto control de peso es sustancial. La obesidad es una de las principales amenazas para los riñones porque promueve el riesgo de diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, dos de las causas líderes de Enfermedad Renal Crónica (ERC) en el mundo. Las personas obesas o con sobrepeso tienen un riesgo de 2 a 7 veces mayor de desarrollarla.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación aconsejan algunos tips acordes para prevenir la ERC, catalogada como el funcionamiento anormal de los riñones por más de 3 meses o a la alteración estructural de los mismos.
– Evitar alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de copetín, quesos, etc.).
– Cocinar sin agregar sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.
– Consumir por día 2 frutas y 3 porciones de verduras de todo tipo y color, preferentemente crudas.
– Consumir carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más de 5 veces por semana.
El ente recomienda además sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física, no fumar (incluso pocos cigarrillos por día son muy dañinos) y mantener la presión arterial por debajo de 140/90 mmHg.
LEA MÁS:
Tres alimentos para controlar la presión arterial
9 alimentos que hay que evitar para tener una boca saludable
Fumar durante el embarazo también compromete los riñones del bebé