No se tira: los residuos orgánicos se vuelven a usar en las preparaciones de todos los días

Muchas de las partes de las verduras y frutas que nos desprendemos pueden ser re utilizadas para preparar otras recetas. Desde @masmarianaok te proponemos algunas recetas

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(Lucila Godoy)
(Lucila Godoy)

En el mundo se pierden 1.300 millones de toneladas de alimentos por año. Se calcula que, aproximadamente, es un 30% del total de los alimentos producidos. Las pérdidas de alimentos tienen un gran impacto sobre el ambiente porque se desecha agua, suelo, energía, mano de obra, combustible, dinero, entre otros recursos.

El Ministerio de Agroindustria publicó el manual "Valoremos los Alimentos": Una guía para aprovechar al máximo los alimentos, evitar su desperdicio y adaptarlo a la vida diaria.

Desde @masmarianaok te invitamos a sumarte a esta iniciativa empezando por lo simple: consumir las frutas y las verduras en su totalidad para evitar desperdicios innecesarios.

"Las frutas y verduras nos aportan muchos mas nutrientes si las consumimos con cáscara, tallos y hojas", dice Delfina Duek (@chauzapan – MN 9600), licenciada en Nutrición.

"Generalmente en los tallos y cáscaras se concentra la mayor cantidad de fibra. Sabemos que el consumo de la misma enriquece la flora intestinal y a su vez favorece la fermentación de bacterias beneficiosas. Por otra parte, la sensación de saciedad es mayor ya que la fibra retarda la absorción y la digestión de los alimentos", agregó la especialista.

Te mostramos algunas ideas para poner en práctica.

-Reutilizar alimentos y sembrarlos en nuestra casa. Aquellos que son fáciles y vuelven a crecer a partir de las sobras que quedan. La mayoría, incluso, pueden ser cultivados en tu cocina.

1. Ajo

Cuando comienza a germinar, los pequeños brotes verdes son muy amargos para cocinar. Pero en lugar de tirar a la basura los dientes germinados, podemos ponerlos en un vaso con un poco de agua y dejar crecer los brotes. Tienen un sabor mucho más suave que los dientes de ajo y son muy buenos en ensaladas, pastas y como guarnición.

2. Jengibre

El jengibre puede ser plantado en la tierra para que vuelva a crecer, si bien el proceso es un poco más largo (8 meses aproximadamente), una vez que empieza a germinar, ¡ya tenés jengibre para consumir siempre que quieras! Poné el jengibre que ya no vas a usar en una maceta, esa maceta en un lugar húmedo y sin luz directa. Dejé que empiece a germinar.

Otra manera de reutilizar los alimentos es aprovechando la piel de la fruta y la verdura. En lugar de tirarla a la basura, podes hacer infusiones, dar aroma a la casa y hasta cosméticos naturales.

Naranjas, mandarinas, limas, limones y pomelos pueden tener una segunda vida. Son muchas las posibilidades que nos da la piel de cualquiera de estas frutas. Una opción es hacer infusiones. Es fácil y obtendremos excelentes resultados. Bastará con dejar que las cáscaras filtren su sabor durante unas horas, colar, añadir miel y guardar en la heladera en un frasco de vidrio o en una jarra.

Dar aroma a la casa. Las cáscaras de los cítricos también nos servirán para aromatizar nuestra casa. Se tratará de dejarlas secar y añadiendo otros elementos aromáticos, como el clavo, la canela, la vainilla o algunas gotitas de aceite esencial orgánico.

Piel de fruta y verdura para cuidar nuestra propia piel. Las pieles de manzana, pepino, palta o naranja son ideales para descongestionar la piel y aportarle una dosis extra de vitaminas. Concretamente, la parte carnosa de la cáscara de la palta nos servirá como una crema hidratante de cara. La piel de banana nos servirá como un exfoliante natural, tendremos que espolvorear un poco de azúcar moreno en el lado de la carne de las cáscaras, y luego frotar suavemente en todo su cuerpo, haciendo después un enjuague en la ducha. Para un hacer tónico facial natural, podremos frotar las cáscaras de naranja en el rostro, evitando los ojos, y luego enjuagar con agua tibia.

Si disfrutás de la cocina, animate a preparar algunas de estas opciones.

1. Snacks con las cáscaras de las verduras.

Usá las cáscaras de las las papas que pelaste. Cuando tengas suficientes para una bandeja de horno, rocialas con aceite de oliva y espolvoréalas con sal y pimienta. Hornea hasta que estén crujientes y listo.

2. Semillas para la ensalada

Las de calabaza son fuente de zinc, hierro, calcio y magnesio. Las podes separar antes de cocinar y luego saltear con muy poco aceite de oliva y condimentar a gusto. Quedan crocantes y también las podes usar como snack.

Sólo una pequeña porción  pueden proporcionar entre el 25 y el 50% de la ingesta diaria recomendada de cada uno de estos minerales.

Son también una excelente fuente de proteínas de origen vegetal. Además aportan una importante cantidad de Omega 3, nutriente que reduce tanto el colesterol como los triglicéridos.

3. Sopas, buñuelos o tartas

Los tallos de la acelga tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud. Una porción de solo 200 gr cubre el 100% de la vitamina C que necesitamos por día, es fuente de muchas vitaminas y minerales como potasio, calcio, hierro, magnesio, vitamina A, E y B, también aporta fibra, sobre todo las pencas, la cual es fundamental para la flora intestinal. Además el aporte calórico es muy bajo.

Los tallos de brócoli también aportan mucha fibra y las mismas vitaminas y minerales que su flor: Vit B, A, K, calcio y hierro. Además contiene una sustancia llamada sulforafano, un antioxidante que tiene propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes.

Las hojas de remolacha son otra opción. Generalmente las tiramos o el verdulero nos las vende directamente sin las hojas. Las hojas aportan Vitamina C, Vitamina A, fibra, calcio y son una fuente significativa de Vitamina K. Este nutriente ayuda a controlar los factores coagulantes de la sangre, una taza de estas hojas superará la ingesta diaria recomendada (IDR).

Además de usar como ingredientes de tartas, buñelos o sopas, se pueden hervir o saltear y ofrecerlos como una guarnición caliente.

 
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