Holanda impulsó una nueva regulación que se aplicará en 2018 relacionada con los perros considerados "raza peligrosa" reabriendo el debate en varias asociaciones vinculadas al cuidado y protección de mascotas a nivel mundial. La normativa consiste en que aquellos individuos que quieran comprar, o bien criar, razas de perros como: pit bull terrier americano, staffordshire bull terrier, pastor caucásico, rottweiler, dogo argentino, dogo de presa canario, tosa inu, bandog, y otras veinte razas, deberán someterse a un curso obligatorio para obtener un carnet habilitador.
Martín van Dam, secretario de Estado de Economía de Holanda , anunció la medida y aseguró que también se prohibirá la importación de perros considerados potencialmente agresivos. "Los ayuntamientos deben estar alertas y aplicar las nuevas normas, aunque lo esencial es que los dueños sean responsables con sus mascotas", declaró el secretario al diario El país.
Si bien el anuncio estipula una regulación relacionada con el desarrollo de conocimiento de cómo entrenar a ciertas razas caninas, reaviva el debate existente sobre si es correcto catalogar a ciertos perros como agresivos o bien, es un accionar que se encuentra vinculado a la manera de crianza que el ser humano le brinda.
La Asociación veterinaria de Madrid (A.M.V.A.C.), manifestó públicamente que "no existen razas caninas peligrosas, incluidos los American Pit Bull Terrier, que todo dependerá para que los perros sean peligrosos o no, de la educación que les proporcionen sus propietarios".
Por otros lado, la Endangered Breed Associatión (Asociación de Razas en Peligro de Extinción), también manifestó, que "no existe ninguna raza canina peligrosa y es más, se ha catalogado al American Pit Bull Terrier como una raza canina en peligro de extinción, por dos motivos: 1º- Por la gran persecución injustificada que padece en algunos países para que sea extinguida bajo leyes muy rigurosas. 2º- Por la gran cantidad de cruces que se realizan con otras razas muy similares físicamente a la raza, y que luego son vendidos como American Pit Bull Terrier auténticos".
Pese a la diversidad de opiniones, el entrenamiento inadecuado de razas de fisionomía grande puede generar importantes daños a humanos, si se manifiesta una conducta agresiva, por lo que es necesario primero comprender las necesidades y rasgos característicos de cada animal. El especialista en comportamiento canino, Ricardo Luis Bruno (MP 6170), médico veterinario de la UBA y Etología y Ecología del comportamiento, detalló a Infobae los puntos claves a tener en cuenta a la hora de adoptar perros de raza catalogados como "peligrosos":
La correcta formación canina se basa en un liderazgo marcado por sobre el animal a través de ejercicios de dominancia y bajo una crianza no permisiva. Por otro lado, es fundamental no dejar que el perro, al ser cachorro, exhiba ninguna conducta agresiva para con otros animales o personas.
"No es coherente ni efectivo, para corregir una alteración conductual o para criar a un perro doméstico de compañía, que sea el perro el único sujeto a aprender nociones de comportamiento. Las personas con las que convive también deben aprender a comportarse y a entender las características de personalidad de las razas", detalló el especialista a Infobae.
"Los animales son seres vivos y como tales, tienen sentimientos y pautas de conducta propias de la especie a la que pertenecen. Solo conociendo las mismas y respetándolas, se puede lograr una convivencia armoniosa y agradable con ellos", agregó.
Las últimas cifras en Argentina detalladas por el el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur confirman 6.500 denuncias anuales por casos de agresividad canina en la provincia de Buenos Aires. Generalmente los ataques se producen en espacios públicos y los afectados suelen ser niños de entre 5 y 9 años.
Pese a la existencia de la ley 4.078 reguladora de tenencias de perros potencialmente peligrosos, que solo afecta a la provincia de Buenos Aires y cuyo cumplimiento es verdaderamente escaso, el cambio proviene por parte del hombre y se basa en el conocimiento de las características propias del animal. La proporción de un ambiente cálido, con límites firmes y con claves de entrenamiento adecuadas, asegurará el bienestar no solo de los integrantes del hogar sino fundamentalmente, el de la mascota adoptada.
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